La naviera japonesa Nippon Yusen Kabushiki Kaisha (NYK Line) ha cerrado su primer semestre fiscal, que abarca de abril a septiembre, con unas pérdidas de 86 millones de dólares frente a los beneficios del mismo periodo del año anterior.

Uno de los buques de la naviera en una escala en el puerto de Valencia

En esos seis meses, su resultado operativo arrojó un resultado negativo de 36,8 millones de dólares mientras que sus ingresos se contrajeron un 14% hasta los 8.041 millones de dólares.

“En el segmento del transporte marítimo de contenedores, el elevado nivel de capacidad aportada por buques nuevos se ha mantenido constante desde el año pasado, pero ha venido parejo de unos volúmenes de tráfico fuertes y por unas tarifas que han sido, en general, favorables. En el caso de los graneles sólidos, el ritmo de introducción de naves se ha ralentizado al tiempo que el movimiento de cargas como el carbón y el cereal han aumentado y el mercado ha mantenido su mejora gradual. Por otro lado, el precio del carburante ha aumentado fruto del encarecimiento del petróleo”, explicaron desde el grupo nipón.

Apuntó la compañía, además, que tras la entrada en vigor en el mes de abril de la naviera Ocean Network Express (ONE) que aglutina sus servicios de transporte de contenedores junto con los de Mitsui OSK Lines (MOL) y Kawasaki Kisen Kaisha (‘K’ Line), se produjo una “disrupción en el servicio”, que se tradujo en un descenso en los volúmenes de carga y en pérdidas.

El traspaso de los servicios de contenedores a esta empresa nueva generó gastos extraordinarios para la naviera así como su decisión de someter a tareas de mantenimiento y supervisión los 11 aviones con los que opera su filial aérea Nippon Cargo Airlines.

La naviera NYK Line está representada en el puerto de Valencia por la firma Combalía Agencia Marítima.