Las autoridades del puerto de Nueva Orleáns han reiniciado esta semana sus operaciones comerciales de forma limitada, tras haber dedicado todos sus esfuerzos en las últimas semanas a actividades humanitarias de ayuda.

Esta decisión viene motivada por la reapertura del río Mississipi a buques con un calado menor a 13 metros durante las horas del día.

El primer buque llegó el lunes al puerto con 4.500 toneladas de bobinas de acero para una fábrica de automóviles de Alabama. La mercancía se ha trasbordado a tres barcazas y trasladada a Mobile, donde se cargó en camiones con destino a Greenville, Alabama.

Daños
“El Huracán 'Katrina' ha infligido daños al puerto por lo que actualmente sólo podemos ofrecer una pequeña fracción de nuestra actividad habitual. Sin embargo, estamos trabajando para reestablecer la relación con nuestros clientes lo antes posible”, ha asegurado el presidente del puerto, Gary LaGrange. En este sentido, el presidente del puerto manifestaba hace unos días que algunas terminales del puerto han sobrevivido al huracán de forma admirable con lo que poco a poco el puerto va recuperando su ritmo normal de actividad.

El primer buque de contenedores escaló en Nueva Orleáns el miércoles. Se trata del "Lykes Flyer" que hizo escala en las instalaciones Nashville Avenue Complex y fue estibado por P&O Ports.