Sólo el 30% de las operaciones comerciales B2B en Eslovaquia se pagan en el plazo acordado
En el último año, ha aumentado la preocupación de las empresas de Eslovaquia por el riesgo de impago, debido a un empeoramiento de los niveles de morosidad, según se desprende del último Barómetro de Prácticas de Pago de este mercado elaborado por Crédito y Caución.
Actualmente, el 60% de las operaciones B2B se abonan fuera de plazo, y no se liquidan hasta 40 días después del vencimiento, lo que genera tensiones de tesorería en las compañías. Sólo el 30% se pagan en los plazos pactados y el 10% resulta incobrable.
En este escenario, el 70 % de las firmas eslovacas prevé un aumento de las insolvencias en los próximos meses, en un contexto de creciente imprevisibilidad en el panorama comercial. Además, el Barómetro revela una incertidumbre generalizada entre las empresas sobre el crecimiento de las ventas en los próximos meses.
Asimismo, existe un alto grado de pesimismo en cuanto a las perspectivas de rentabilidad, ya que se espera que las presiones sobre los costes y la ralentización de los ciclos de pago reduzcan aún más los márgenes. Todo ello demuestra la vulnerabilidad de la salud financiera de las compañías, en estos momentos.
Para cubrir las brechas de financiación, las empresas recurren a los préstamos bancarios (53%) y a la financiación de facturas (51%), lo que refleja la necesidad de equilibrar estabilidad y flexibilidad.
En cuanto a las estrategias de mitigación de riesgos, estas se basan en gran medida en una combinación de provisiones internas y gestión de crédito externalizada, que incluye el seguro de crédito.
Junto con los niveles de morosidad y la incertidumbre relacionada con la evolución de las ventas y márgenes comerciales, las empresas también señalan como principales retos el aumento de los costes de financiación y el acceso limitado a la financiación bancaria, lo que podría reducir aún más la liquidez.
Por ello, señalan como prioridad la necesidad de seguir adaptándose a los cambios económicos repentinos. En general, las perspectivas financieras siguen siendo frágiles, en un contexto de previsión de aumento de las insolvencias, flujos de caja inciertos y dudas sobre la rentabilidad.