El bombardeo de instalaciones nucleares iraníes por parte de EE. UU. durante el fin de semana ha incrementado significativamente los riesgos de suministro para los mercados de petróleo y gas natural licuado (GNL). La gran incógnita ahora es cómo responderá Irán. Un riesgo clave es que Irán intente interrumpir el flujo de embarques a través del Estrecho de Ormuz, un punto por donde transita aproximadamente el 25 % del comercio marítimo mundial de crudo y el 20 % del de GNL.

Aunque existen rutas alternativas estas no son suficientes para compensar los más de 20 millones b/d que dependen del estrecho. También existe la posibilidad de interrupciones en otros puntos estratégicos a través de grupos aliados a Irán, como los ataques recientes de los hutíes en el estrecho de Bab al-Mandeb.

A corto plazo, los precios del crudo Brent podrían subir hasta $120 por barril bajo un bloqueo exitoso.

Si la interrupción se extiende hasta finales de 2025, los precios podrían superar los $150, marcando nuevos máximos históricos.