La naviera CMA CGM, la compañía IKEA Transport & Logistics Services, The Good Shipping Program y el puerto de Róterdam (Holanda) han cerrado un acuerdo para probar y escalar el uso de biocombustible marino sostenible.

Uno de los buques de la naviera francesa

Estas pruebas comenzarán con el repostaje de un barco de CMA CGM la semana que viene en Róterdam, en una operativa que, según CMA CGM, supone un “gran paso adelante para la decarbonización del transporte marítimo de mercancías”.

Estas pruebas serán facilitadas por el Good Shipping Program, una iniciativa sostenible que busca reducir las emisiones de carbono (CO2) del sector marítimo impulsando el uso comercial generalizado de biocombustible. Ese biocarburante ha sido desarrollado por Good Fuels, tras tres años de pruebas en colaboración con los principales fabricantes de motores para barcos.

En concreto, el biocombustible de segunda generación se genera a partir de residuos forestales y aceite de cocina reciclado y consigue reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Se limita del 80% al 90% de las emisiones de CO2 derivados de la propulsión y se eliminan prácticamente las emisiones de SOx.

“A través de este proyecto piloto queremos mostrar que los recursos para lograr la decarbonización, en cuanto a combustibles alternativos, ya están disponibles. Tenemos la responsabilidad de contribuir a reducir el impacto del transporte marítimo. Con nuestra participación queremos mandar un mensaje a nuestros clientes y al sector sobre nuestro compromiso medioambiental. Sólo a través de la colaboración podemos lograr un cambio rápido y necesario. Una vez completemos el proyecto piloto con éxito, nuestro propósito es que al menos el equivalente al volumen de nuestros contenedores que parten de Róterdam se transporten utilizando biocombustibles”, explicó la directora de Sostenibilidad de IKEA Transport & Logistics Services, Elizabeth Munck af Rosenschöld.

El director ejecutivo de The GoodShipping Program, Dirk Kronemeijer, explicó que su misión es no sólo reducir las emisiones contaminantes del transporte marítimo sino mostrar que las herramientas para acelerar la transición energética ya están al alcance del sector.

“Lanzamos un mensaje muy claro: los biocombustibles sostenibles están ya listos y podemos cumplir con las regulaciones marcadas por la Organización Marítima Internacional (OMI) de una forma que es atractiva para los principales propietarios de las cargas como, por ejemplo, IKEA”, agregó.

Por su parte, el vicepresidente de CMA Ships, Xavier Leclercq, destacó que el hecho de disponer de una solución de biocombustible, que no implica realizar cambios operativos ni técnicos en el buque, supone una oportunidad innovadora y manejable para lograr que el sector marítimo opte por una mayor selección de carburantes.

La naviera francesa CMA CGM tiene oficinas propias en España.