El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido el “carácter estratégico” de la gran empresa familiar, por el empleo que genera, por los sectores sensibles que representa (desde el transporte a la alimentación), y por las oportunidades que propicia para el conjunto de la ciudadanía.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha participado en la clausura de la asamblea general de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), un acto al que también han asistido el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Arcadi España, y el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent.

Como ha defendido Puig, “sin empresa, no hay prosperidad económica; sin empresa, no hay empleo, y sin empleo, no hay igualdad de oportunidades”, por lo que ha resaltado la relevancia de la institucionalidad para proporcionar seguridad jurídica, de la cohesión social para favorecer la unidad y del respeto para garantizar la convivencia.

Para Puig, resulta también importante reconocer desde la Administración el papel de la empresa. De ahí que, como ha recordado, la Generalitat haya impulsado el Día de la Empresa, junto a la CEV.

El president ha indicado también que “las mejores noticias de los últimos meses tienen nombre de empresa y hablan y beben de la colaboración público-privada”, con firmas como Volkswagen, Ford, HP, Hitachi o el Centro Tecnológico de Munich.

“La idea es bien clara: a más facilidades a la inversión, más oportunidades para la Comunitat Valenciana”, ha indicado Ximo Puig, para quien el objetivo reside en generar las condiciones para la inversión y el desarrollo de la actividad económica.

Ha manifestado así que, para mantener este entorno favorable a la inversión, se trabaja en tres anclajes de la Vía Valenciana, una de las cuales es “conseguir lo que merece esta tierra en financiación, en agua, en inversiones reales y en infraestructuras estratégicas como el corredor, con lealtad siempre a los intereses valencianos, con el conjunto de España y con la capacidad de entender a los demás, pero defendiendo siempre lo nuestro; con reivindicación y con solución”.

La otra vía es “acompañar, desde la Administración, con la formación y la innovación que necesita la empresa”, puesto que “solo así” puede la baja productividad. Y la tercera reside en propiciar la estabilidad, porque “la primera obligación de cualquier Gobierno es resolver problemas, no generarlos”, así como “crear una atmósfera institucional favorable, sin escándalos, sin turbulencias, sin hipotecas de otro tiempo”. Por todo ello, “y lejos de simplismos” ha defendido la “realidad” de ese “carácter estratégico” de la gran empresa familiar.

Según ha destacado, “caricaturizar al empresario como si fuera el ricachón del Monopoly es injusto, es anacrónico y, sobre todo, es falaz”, ya que “el empresario que conocen los valencianos está comprometido con la generación de empleo de calidad, los proyectos estratégicos, como el corredor o la financiación justa, y el impulso a la formación, la innovación y a la cultura”.

“Ese es el modelo que representa AVE, y es justo recordarlo aquí y ahora, cuando afuera hay demasiado ruido , en ocasiones, escasa responsabilidad”, ha añadido el jefe del Consell.

Crecimiento económico por encima de la media
El president también se ha referido, el crecimiento económico de la Comunitat Valenciana en 2022 fue del 5,1 %, según datos de la Airef, y a que se prevé que este dato alcance en 2023 el 1,9 %, 6 décimas más que la media española, según estimaciones tanto de Airef como de CaixaBank.

También ha aludido al “récord” de empleo, con más de 2 millones de personas ocupadas, y de exportaciones, y a que la creación de empresas, con 1.152, está “en máximos”. La Comunitat Valenciana, ha agregado, es la segunda economía que más empresas atrae, y, además, ha logrado situar su actividad turística, pese a a la pandemia y a la guerra, en los niveles de 2019.

“Ese cuadro económico y esas perspectivas para 2023 generan una confianza responsable”, es decir, “sin triunfalismos ilusos, pero tampoco fatalismos cenizos”, porque “cada vez que alguien ha tocado la trompeta del apocalipsis, la realidad lo ha desacreditado”.