A pesar de no haber estado exento de los efectos de la crisis sanitaria, el colectivo de autónomos ha sido clave durante esta etapa para reactivar la actividad y dinamizar la economía. De hecho, desde mayo de 2020 las afiliaciones al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos han crecido hasta situarse por encima de las 560.000, una cifra de afiliación que ya supera a la del estallido de la pandemia, marzo 2020, y que se sitúa en torno a los máximos alcanzados en 2017.

Europa ha visto la importancia de la figura de las y los autónomos y se aplican medidas de apoyo e incentivación de esta figura. Por otra parte, en España mantiene hoy la cuota más alta de Europa, lo que supone un coste muy elevado, incluso si se cotiza por la base mínima.

Estos costes, a su vez, son a menudo difíciles de visibilizar o entender. Para poder tener al menos una base de un coste de partida para ser autónomo, la Cámara ha elaborado un estudio con Roca Junyent, donde su Asociado Senior Fiscal, Joan Martí, detalla qué tributación directa paga un/a profesional autónomo/a por ejercer su trabajo, en algunos supuestos de facturación.

A este importe “neto” se le debe restar además posteriormente otros impuestos que se deriven de su actividad económica como Patrimonio, Bienes Inmuebles, Vehículos de Tracción Mecánica, Circulación, entre otros. Si tiene personal o profesionales que le ayudan o facturan también deberá tributar por ellos/ellas. De esta forma, en muchos casos, una vez aplicados, esta tributación puede suponer más del 50% de facturación. Y a partir de este punto, además de la citada tributación, deberá restar y pagar los gastos directos mensuales o puntuales, para ejercer su actividad.

Aunque los autónomos/as tienen ya una tributación muy elevada en el sistema actual, la respuesta del Estado español ha sido continuar incrementando la cuota. La última medida aprobada, que contempla la Ley de Presupuestos Generales del Estado, se aplicará este 2022 y prevé un aumento de la base mínima de cotización de 960,60€, lo que situará la cuota de la base mínima en 294€/mes.

Cabe recordar que, paralelamente, el Estado presentó hace unos meses una reforma por tramos del sistema de cotización para que el colectivo de autónomos cotice de acuerdo a los ingresos reales pero con cuotas determinadas. Una medida que entraría en vigor en 2023 y se completaría en 2030, y que supondría que las y los profesionales autónomos acaben pagando entre 90 y 1.220 euros de cuota.

Si se analiza al detalle la afectación que tendría este nuevo sistema tramo por tramo, encontraremos por ejemplo que cuando se complete la transición de cuota todos los autónomos/as que ingresen más de 27.000 euros anuales acabarán pagando casi el doble de su cuota actual, y los autónomos/as que facturen más de 42.000€ y más de 48.900€, pagarán más del triple y el cuádruple, respectivamente.

Facilitar la operativa en vez de aumentar la carga impositiva
Los autónomos/as son la primera línea de defensa de la actividad empresarial y forman un colectivo que es necesario para la reactivación de la economía. Sin embargo, parece que la intención desde la administración ahora sea que tributen más, a pesar de ser ya quienes más tributan de Europa. Si finalmente estos mensajes se cumplieran se pondría en riesgo directo la figura de las y los autónomos, por lo que a partir de este 2022, sería necesario un giro para potenciar la economía y no limitarla o grabarla más todavía.

Si es necesario ajustar la figura de los autónomos, es imprescindible que no se les trate sólo como una herramienta desde la que poder recaudar más para las arcas públicas, sino como potenciadores de la economía. Esto implicaría, en primer lugar, adoptar medidas que faciliten su operativa, por ejemplo, ajustando su cuota o mirando otras medidas que no sean impositivas y permitan mejorar el sistema.

Oberts a col·laborar
La Cámara de Comercio de Barcelona, ​​en tanto que órgano consultivo necesario de la administración para impulsar cambios legislativos de gran importancia en sus ámbitos de competencia, pone a disposición su experiencia y conocimiento para plantear propuestas, alternativas y modelos para realizar la transición hacia un modelo más justo de tributación para autónomos y autónomas. En este sentido, la Cámara, que representa a más de 160.000 autónomos/as persona física en Barcelona, ​​también ha puesto en marcha un área específica de servicios para este colectivo con medidas especiales de acompañamiento para superar la crisis.