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La perdurabilidad de la empresa familiar radica en su capacidad de emprender e innovar generación tras generación
VM, 02/03/2021

Ayer la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de Valéncia (CEFUV) promovida por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), la Escuela de Empresarios (EDEM), el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA) y el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), y patrocinada por BANKIA y BROSETA ABOGADOS ha celebrado un nuevo desayuno-virtual bajo el título de “Nunca dejes de emprender Emprendimiento corporativo y continuidad de la empresa familiar”. pic

El desayuno ha comenzado con una breve introducción realizada por Alejandro Escribá, catedrático de la Universidad de Valencia y director de la Cátedra de Empresa Familiar (CEFUV), en la que ha destacado dos aspectos clave para la perdurabilidad de las empresas familiares: la gestión de los procesos de sucesión, y el mantenimiento en el tiempo de una orientación emprendedora continuada, más allá del ímpetu propio de la generación fundadora.

Sobre este enfoque emprendedor a lo largo de diferentes generaciones, han transmitido su experiencia los ponentes Coral Erum (CEO de Asia y América y Consejera Delegada de Erum Group) y Guillermo Lamfsus (CEO de Ice Cream Factory Comaker, ICFC) en un coloquio moderado por el profesor Excribá. Ambos han transmitido a los asistentes cómo se alimenta la orientación emprendedora en sus empresas y familias empresarias, explicando actuaciones y buenas prácticas relacionadas con la propiedad, con las futuras generaciones de la familia, y con los equipos de gobierno y dirección de las empresas familiares.

Erum Group es una empresa cuyo origen remonta a los años 30 del siglo pasado en Alcoy y que tiene como principal actividad la inyección de termoplásticos sostenible e innovación tecnológica. Despuntando, por un lado, en el sector de accesorios para textil, automoción, packaging, cosmética y apostando por seguridad vial y su nueva línea de menaje, como últimas incorporaciones. Y por otro, en el ámbito de la sostenibilidad, capaz de ofrecer servicios tales como consultoría medioambiental, economía circular, planta de transferencia y transformación de residuos industriales, tóxicos y peligrosos. Destacando la simbiosis entre cliente y proveedor y las sinergias entre mercado y conocimiento.

En la actualidad conviven la 3ª y 4ª generación, involucradas ambas en la gestión, a través de distintos ámbitos de responsabilidad. Coral Erum ha manifestado durante el coloquio que: “La mejor forma de abordar una transición generacional es hacerlo con empatía para ponernos en la piel de nuestros predecesores y entender y valorar su trayectoria; sacrificio; visión y propósito. Tras este importante ejercicio, es el momento de ir incorporando los cambios con la máxima consideración, de forma evolutiva y natural, consensuando, escuchando y logrando puntos de encuentro. Con todo ello, alcanzaremos una base sólida sobre la que empezar a trabajar y asegurar la permanencia y evolución de la empresa en el tiempo, en manos de la nueva generación.”

El mantenimiento de su espíritu emprendedor a lo largo de las diferentes generaciones de la familia Erum ha permitido a la empresa crecer hasta alcanzar un gran tamaño, a través de un ambicioso modelo que combina la diversificación con la sostenibilidad. Durante el coloquio, Coral Erum ha destacado la importancia del papel de los miembros externos a la familia considerando que es muy beneficioso para en la organización: “aportando una cultura de cuestionamiento, que permite nutrir a la compañía con mayor visión y diversidad, obtenido un porcentaje más alto de éxito y competitividad en el mercado”.

En el caso de ICFC, que nació en 2003 a través de una operación de Management Buy Out de la fábrica de helados de la antigua Avidesa, cuando esta pertenecía ya a la multinacional Nestlé. Padre e hijos han desarrollado desde entonces una intensa labor de crecimiento e innovación, convirtiendo a ICFC en uno de los principales actores del sector, presente en 20 países y con relaciones comerciales con muchas de las principales cadenas de distribución y con marcas de elevado prestigio en el ámbito de la alimentación. Guillermo Lamfsus Bravo ha destacado la importancia de mantener una visión a largo plazo: “Nuestro reto es ser capaces de tomar la fábrica de nuestros padres y abuelos, y crear la fábrica de nuestros hijos y nietos.

Con la responsabilidad de hacer llegar a generaciones futuras el trabajo que empezaron generaciones pasadas, mirando por tanto al futuro con toda la experiencia del pasado.”
ICFC desarrolla actualmente cuatro líneas de negocio y una intensa actividad de innovación, aunque Guillermo asegura que: ”no sólo se innova en producto, sino que hay que ver con espíritu innovador todo lo que rodea a la empresa: innovación en las formas de trabajar, de relacionarse, de producir, incluso en la estructura accionarial de la empresa.” De hecho, ICFC ha apostado por un nuevo modelo de relación industrial con una de las principales marcas del sector de la alimentación a nivel mundial, el grupo italiano Ferrero. “Innovar no es fácil y está muy directamente relacionado al riesgo que la empresa y todos sus componentes puedan o estén dispuestos a asumir. Tener una visión de principio a fin del proceso de valor, hace a las empresas familiares más flexibles e innovadoras. Posiblemente este sea uno de los factores más importantes para el éxito”.

Durante el coloquio, los ponentes han abordado los factores clave para mantener el espíritu emprendedor generación tras generación. En el ámbito de la empresa, han destacado algunos aspectos, como la importancia de dejar hacer a las nuevas generaciones e implicar a los directivos no familiares en el proyecto como si fuese propio, o dotarse de órganos de gobierno diferenciados y enfocados en sus responsabilidades específicas). En el ámbito de la familia, han explicado resaltado la importancia de inculcar desde la niñez el deseo de implicarse, a través de mucha comunicación y generosidad. En ambos casos, la estructuración de los órganos de gobierno y dirección de la empresa permiten a las familias empresarias dedicar tiempo para pensar a largo plazo y plantearse mejoras y avances en los modelos de negocio.

Asimismo, dar confianza a las generaciones que se incorporan y apoyarlos cuando no se acierta, es fundamental para que las ganas de innovar y apostar por nuevos modelos no se
diluyan.

En las conclusiones del desayuno, el director de la Cátedra, Alejandro Escribá ha destacado que el carácter familiar de las empresas no está reñido con la innovación, y que es necesario alimentar la orientación emprendedora de las empresas generación tras generación. Las empresas que combinan un enfoque innovador y proactivo y que son capaces de dotarse de sistemas de gobierno que permiten controlar la actividad sin limitar sus posibilidades, son las que logran mantener un proyecto que crece y se renueva constantemente, más allá de las generaciones fundadoras. El profesor Escribá ha animado a los empresarios de la Comunidad Valenciana a afrontar con valentía los desafíos que nos depara el futuro próximo para relanzar la actividad y construir proyectos ambiciosos, innovadores y escalables. La pandemia supone un gran reto para todos, pero es también una enorme oportunidad para transformar la economía valenciana y hacerla mucho más sólida y competitiva en el futuro.

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