Eduardo Alemany se incorporó a Pérez y Cía. en el año 1978 y durante un tiempo fue lo que se conoce como “un chico para todo”. Poco a poco ganó conocimientos en documentación y consiguió ser responsable de varias líneas como jefe de tráfico y responsable de consignaciones, coordinando el trabajo con la Autoridad Portuaria de Valencia para gestionar los atraques.

Eduardo Alemany

En esa época, según recuerda Alemany, era el director comercial Antonio García, que, posteriormente, y tras la salida de Pepe Hausmann, asumió la dirección de la oficina. Entonces Eduardo Alemany fue nombrado director comercial, cargo que compatibilizaba con el de subdirector de la oficina.

“En esos momentos Pérez era el agente de Zim, Cía. T. Española, Castañer y Ortiz, para Canarias, y representantes de Argonave - explica Alemany -. También tenía las consignaciones de los buques de Cepsa y Marpetrol, que venían a traer el asfalto, y tiempo después la compañía asumió la agencia de la compañía cubana Coral para el tráfico con la isla”. Luego la absorbió Melfi, a la que Pérez y Cía. representó hasta septiembre de 2014, cuando la naviera se estableció en España bajo la representación de Ocidenave.

“Coincidiendo con esa fecha, en octubre, Zim decidió apostar por el puerto de Valencia para todos sus servicios oceánicos, lo que hizo crecer a la empreas exponencialmente en volumen de carga, y también de trabajo, para la oficina, lo que contribuyó a paliar de alguna manera la pérdida de la agencia de Melfi”, apunta Eduardo Alemany.

Además de estas compañías, Pérez y Cía. representa líneas con menos volumen de carga pero igual de importantes para la empresa, como es el caso de Portline, que mantiene servicio para Cabo Verde, o Swire Shipping, naviera especializada con las Islas del Pacífico.

Durante todos estos años Eduardo Alemany ha sucumbido, como muchos otros profesionales del sector logístico-portuario, a la atracción que genera el negocio de shipping: “Cada día es un misterio y te hace estar preparado para resolver tareas y terminar el día solucionando problemas que van surgiendo”.

“En estos cuarenta años he podido vivir y colaborar con la evolución tan importante que ha tenido el puerto de Valencia y ser partícipe de los grandes logros alcanzados gracias a la labor de la APV”, asegura Eduardo Alemany. Como ejemplo cita las transmisiones telemáticas, la Marca de Garantía o el denominado SIC, con las consiguientes mejoras que han repreesntado para la cadena logística. “La importancia de estos logros ha sido tal que otros puertos del entorno han instalado sistemas similares”, continúa.

En mayo de 2016 Eduardo Alemany sufrió un grave problema de salud, un ictus cerebral, con algunas complicaciones que poco a poco han ido minando las aptitudes profesionales de este profeisonal, que finalmente ha tenido que pasar varios tribunales médicos del INSS, que han optado por conocederle la invalidez permanente absoluta. De esta manera, Alemany es pensionista desde el pasado 13 de noviembre, fecha en la que concluyó su relación laboral con Pérez y Cía. y con el sector logístico-portuario. “Ha sido difícil - asegura Alemany - porque hay mucha gente, compañeros y clientes, con los que he establecido amistad y a los que me unen lazos de cariño por todo el apoyo que nos hemos brindado a lo largo de estos años”.

“Lo más difícil - reconoce - es asumir este cambio con 57 años y tener que dejar de desarrollar diariamente mi trabajo, que es lo que más me ha gustado en esta vida, junto a mi familia”. No obstante, este sentimiento se suaviza cuando piensa en que su hijo, Eduardo Alemany Riera, licenciado en Derecho, lleva ya ocho años vinculado al sector marítimo y es en la actualidad el responsable de la oficina en Valencia de Intercargo.

“Quiero aprovechar para despedirme de toda la gente que he conocido en este tiempo y con la que he tenido una relación laboral y pesonal y a la que siempre llevaré en mi corazón”, concluye Eduardo Alemany.