El Informe de Coyuntura y Perspectivas Económicas de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) correspondiente al mes de julio, confirma que durante el primer trimestre de 2017 la economía valenciana mantuvo el buen tono y avanzó a tasas de crecimiento trimestral próximas al 1%.

Pese al favorable avance de nuestra economía en su conjunto, la todavía elevada tasa de paro -a más de 11 puntos por encima de la tasa previa al inicio de la crisis- y los menores niveles de renta disponible, aun habiendo mejorado, impiden dar por finalizada la crisis económica y social.

Durante un trimestre más, el dinamismo de las empresas valencianas en los mercados exteriores y, cada vez más, en el mercado nacional, sustentó gran parte de la actividad real de nuestra economía.
En cuanto a la demanda interna, tanto el consumo como la inversión empresarial recuperaron su dinamismo el primer trimestre; y también durante el segundo. En el ámbito público destacó un mayor aporte en la inversión, aunque desde niveles mínimos. El consumo público volvió a avanzar.

Salvo en el sector agrícola, el resto de los sectores ofrecieron rasgos más homogéneos de avance. El sector agrícola sigue sumido en una particular crisis estructural y con pocos apoyos. La industria continuó evolucionando en positivo y sigue mostrando mayor fortaleza y dinamismo que la media nacional. La construcción siguió avanzando –sobre todo en el ámbito público de la ingeniería civil-, aunque partiendo de niveles mínimos. En el ámbito privado, el sector de la construcción también está remontando. La compra-venta de viviendas encamina la recuperación. El macro-sector servicios aceleró su dinamismo. Dentro del sector turístico registra y promete otro año excelente.

Con respecto al futuro, es posible que la economía se ralentice ligeramente a partir del segundo semestre. No obstante, el crecimiento esperado, por encima del 3,2 % para el conjunto del año, será compatible con la generación neta de empleo. La tasa de para podría reducirse a finales de año por debajo del 18 %, y el IPC cerrar el año en torno al 0,7 %, con una tasa media anual próxima al 1,9 %.