Cristina Martínez: “La cuestión de fondo es saber qué productos vender. No vale sólo con querer salir fuera”
La crisis ha provocado que términos como la internacionalización estén en boga y en boca de todos. La atonía en el mercado interior ha provocado que se mire hacia fuera. Pero, ¿es esta la única salida para las empresas?
Teóricamente, el desarrollo de las compañías debería contemplar primero la implantación en el mercado interior y después internacionalización. El problema es que hoy en día la situación es muy peculiar, es decir, el mercado interior está totalmente parado. Los cánones que había hasta ahora ya no sirven. La vía que hay ahora, la gran alternativa es el exterior, al que se puede llegar por tres caminos: por la implantación de las empresas en otros mercados, por la exportación de productos, o incentivando la inversión de empresas extranjeras en España.
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Cristina Martínez Vayá |
¿Y las empresas de la Comunidad Valenciana son conscientes de esta situación? ¿Realmente apuestan por la internacionalización?
La tradición en la Comunidad Valenciana ha sido claramente exportadora. No tenemos más que analizar el sector de los cítricos. De hecho, el SOIVRE se crea en Valencia en el año 1934 para regular las exportaciones de este producto. La tradición de salir fuera en la Comunidad Valenciana es grandísima. Las empresas lo tienen asumido. Y no solo las grandes, sino también las pymes, que tienen mucha tradición en la Comunidad Valenciana. En mi opinión, son las que van a tirar de la internacionalización de la empresa española.
Sin embargo, no se vende todo lo que se quisiera.
Es que la cuestión de fondo es saber qué productos o servicios hay que vender, no vale únicamente con querer salir fuera. Los productos tradicionales están ya implantados en el exterior, son conocidos. La apuesta de ahora es la calidad, hay que vender la Marca España.
Por ejemplo, un sector con mucho camino por delante son las empresas de base tecnológica.
Es un sector que hace poco que comenzó su desarrollo en el mercado interior, con lo que no tenía mucha tradición de salir a buscar nuevos mercados. Ahora la situación es otra, ya salen fuera. Incluso hay empresas de nueva creación que directamente basan su crecimiento y desarrollo en la internacionalización. Su principal mercado es ese, se han saltado el implantarse en el mercado interior.
¿Y realmente es tan fácil salir fuera? Porque se habla de internacionalización, de buscar nuevos mercados, y para eso hace falta un alto grado de financiación. Posiblemente las grandes empresas lo tienen más fácil para llevar a cabo este proceso. ¿Con las pymes sucede lo mismo?
No del todo. La verdad es que hemos recogido bastantes quejas en ese sentido, y es que la situación actual sigue siendo muy extraña. Con todo, la Administración española está intentando ayudar en todo lo posible y paliar otras carencias, y ese es justamente la parte fundamental de nuestro trabajo. Una de las funciones de España Exportación e Inversiones (nueva marca del ICEX) es ayudar y orientar a las empresas sobre formas de financiación, aspectos técnicos, formación, o cualquier otro aspecto sobre internacionalización.
Antes ha hablado de productos y servicios de calidad como elemento diferenciador para las empresas de la Comunidad Valenciana y las de España. ¿Se ha abordado realmente este camino? Porque en otros aspectos, como son los precios, tal vez no podamos competir con otros países.
Las empresas son conscientes de que la calidad es el camino. Las firmas españolas, cuando salen al exterior, se dan cuenta de que la mayoría de los productos que ofrecen ya existen en el mercado. La verdadera competencia está en la calidad. En España y la Comunidad Valenciana tenemos productos de muy buena calidad. Hay tradición de exportar siempre este tipo de productos. De hecho, en sectores como el agroalimentario se han dado situaciones en las que la mejor mercancía que se producía salía al exterior y la que se quedaba en el mercado interior era de menor calidad.
¿Hacia dónde deben mirar las empresas? Se habla mucho de los países BRIC por su alto índice de crecimiento pero, ¿hay alguna alternativa a ellos?
La verdad es que están muy de moda. Lo que pasa es que según qué mercado y qué producto se quiera exportar hay que mirar hacia un país u otro. Un mercado que ahora ofrece muchas posibilidades es Sudamérica, sobre todo países como Brasil, Panamá, México, Chile y, sobre todo, Perú. Hemos constatado un creciente interés por las posibilidades de invertir en la economía peruana; de hecho, uno de los seminarios que más aceptación tuvo entre las empresas fue uno que llevamos a cabo no hace mucho sobre este país. En suma, todos estos países tienen una gran acogida porque tienen un punto importante a nuestro favor: el idioma es el mismo y la cultura es bastante similar.
Hace unos años, con el inglés se abrían prácticamente todas las puertas de los mercados exteriores. Hoy parece que en algunas situaciones no es suficiente.
En ciertos países esa diferencia de lengua es incluso un impedimento, sobre todo en aquellos donde no había cultura de comercio y estaban más cerrados. Allí siguen sin emplear idiomas más comunes como el inglés o incluso el español.
Pero no únicamente el idioma se convierte en una traba. Nosotros asesoramos a las empresas en procesos y acciones que deben hacer, pero también en aquellas prácticas que no deben seguir, ya que se pueden convertir en grandes barreras para realizar operaciones de comercio exterior. Por ejemplo, los países árabes presentan ciertas peculiaridades que hay que conocer muy bien. En otros países, como China o Japón, el asesoramiento también es muy importante.
Sin embargo, hay mercados de tal tamaño, como China, que no deben dejarse de lado por muchas dificultades que presente.
Hay que partir de la premisa de que es un mercado difícil. Hasta ahora, mirábamos a China como un mercado del que importar. La importación está ya muy trillada por los españoles, la exportación es complicada. Ahora se intenta exportar allí, y se ve que no todos los sectores de los que importábamos sirven para exportar. Con todo, tampoco es un mercado cerrado. Hemos constatado que están muy interesados en el sector servicios. Es lo que más demandan.
También los productos agroalimentarios están encontrado nichos de mercado, sobre todo los de alta calidad. Existe allí un sector de la población con un alto poder adquisitivo que demanda productos españoles de una alta calidad.
Retomando la idea de la internacionalización como salida a la crisis, ¿saldrá España de la recesión únicamente gracias a la vía exterior? ¿Hace falta algo más?
Creo que eso nadie lo sabe. Lo que está claro es que la vía de exterior es muy importante, y que no se debe dejar en ningún momento. Obviamente, aquí en España hacen falta otras muchas cosas. Pero de momento, este camino es la salida que tienen las empresas, y es la que tenemos claro que hay que seguir.
Suponiendo que algún día salgamos del pozo. ¿Qué pasará con las empresas que han buscado su supervivencia en el exterior? ¿Teme que las compañías que han buscado mercados exteriores, una vez el mercado interior vuelva a responder, dejen de mirar hacia fuera?
En absoluto. Una vez se ha asimilado la manera de trabajar en los mercados exteriores, no se vuelve hacia atrás. Puede ser que haya cambio de países, o que se busquen nuevos mercados. Incluso con la recuperación de mercado interior, lo que harán las empresas será diversificar su actividad, pero nunca dejar de apostar por la internacionalización.
PERFIL
Cristina Martínez Vayá es licenciada en Químicas. Entre los años 1987 y 2012 ha trabajado como inspectora del SOIVRE en Madrid, Alicante y Valencia. Desde el pasado 1 de septiembre es la nueva directora territorial de Comercio en la Comunidad Valenciana y directora del ICEX en Valencia.
Su principal objetivo será el de apoyar a todas las empresas, sobre todo pymes, en su labor de exportación, en su internacionalización y en conseguir abrir mercados, “que dada la situación de crisis hoy en día en España, es uno de los puntos más interesantes que deben abordar”, reconoce.
También pretende desarrollar una de las herramientas que se ponen a disposición de las empresas: los seminarios. “Nuestros técnicos comerciales recogen información sobre los nuevos mercados, la sumamos a las inquietudes de las empresas sobre un mercado en concreto y organizamos jornadas de trabajo a través de videoconferencias. El consultor da una visión sobre las perspectivas sobre ese país y después se establece un coloquio. Se llega a aprender bastante”, remata.