La jornada, organizada por el ICEX España Exportación e Inversiones en colaboración con la Oficina Económica y Comercial de España en Brasilia, ha incluido también un bloque sobre los instrumentos financieros disponibles para la internacionalización de las empresas españolas públicos y privados. Esta acción ha contado con la participación del presidente de ICO y con representantes de COFIDES y CESCE, así como de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y del Banco Santander.

Ésta es la segunda vez que la oficina económica y comercial reúne a las empresas españolas del sector de infraestructuras para valorar las oportunidades de inversión en el sector brasileño contenidas en el programa. A diferencia de la jornada de junio del año pasado, en esta ocasión se ha reforzado la reunión con un bloque dedicado a la financiación disponible para estos proyectos.

En la inauguración, el embajador de España en Brasil, Fernando Villalonga, ha resaltado la importancia de este programa para la recuperación económica de Brasil y su potencial para reforzar las relaciones entre ambos países. España es el tercer inversor extranjero de Brasil, tras Reino Unido y Estados Unidos (últimos datos cerrados de la Secretaría de Estado de Comercio, ejercicio 2015).

Balance
En este sentido, la Secretaría Ejecutiva del PPI ha realizado un análisis del primer año de vida del programa, en el que las empresas españolas han tenido presencia en las licitaciones sobre todo en materia de energía. Asimismo, han presentado hacia dónde se van a dirigir los proyectos prioritarios en los próximos meses. Especialmente destacable ha sido la participación del Comité de Infraestructuras de la Cámara Oficial Española de Comercio en Brasil, David Díaz (Arteris), quien ha subrayado la importancia de las reformas que se están llevando a cabo y el
necesario refuerzo del papel de las agencias reguladoras.

Dentro del bloque de financiación, la consejera presentó los nuevos servicios de ICEX de asesoramiento financiero a través del cual se trabaja con las pymes españolas de forma individualizada para ayudarles a identificar y acceder a los instrumentos financieros que mejor se adaptan a las necesidades de sus proyectos de internalización. En este sentido, la consejera ha señalado que “todavía demasiadas empresas nacionales, especialmente pymes, encuentran serias dificultades para acceder a la financiación necesaria para acometer proyectos internacionales y por ello se requieren mayores esfuerzos de información, sensibilización y asesoramiento a las pymes para ayudarles a conseguir la financiación más adecuada”.

En este bloque, el presidente del ICO, Pablo Zalba, ha destacado que el ICO seguirá promoviendo todas aquellas actividades que faciliten la internacionalización y la exportación de la empresa española. Desde 2014, el ICO ha financiado 12 proyectos de infraestructuras en Iberoamérica por valor de 700 millones de dólares. “Estamos trabajando intensamente con bancos multilaterales tanto en Iberoamérica como en otras partes del mundo para seguir respondiendo a las necesidades de financiación de las empresas españolas”, ha señalado Zalba.

En este contexto, la consejera jefe de la oficina de Brasilia realizó una presentación del FIEM, subrayando su papel de catalizador en la consecución de otras fuentes de financiación para los proyectos.

Por su parte, la subdirectora del Área Comercial y Desarrollo de Negocio de COFIDES, Cristina Mena, ha resaltado que la compañía dispone de diversos instrumentos financieros con los que facilita la internacionalización de las empresas españolas, contribuyendo así al incremento de la Inversión Directa Exterior (IDE), ámbito en el que COFIDES es líder y referente. Para ello, ha explicado que COFIDES es flexible y se adapta a las necesidades de cada empresa. “Contamos con variedad de productos financieros, si bien destacan los relativos al capital y cuasi-capital”.

Las relaciones económicas entre Brasil y España vienen marcadas fundamentalmente por la presencia inversora de España, cuyo stock en 2015 superó los 35.000 millones de euros y colocan a España como el tercer inversor extranjero, tras Reino Unido y Estados Unidos. Desde la primera ola de privatizaciones de la década de los 90, las empresas españolas han desembarcado en este país y se encuentran entre los principales actores de sectores clave, como el energético o el de transporte por carretera.