Al acto, que se celebró en el auditorio de la OAMI, asistió el ministro de Asuntos Exteriores, Juan Manuel García-Margallo acompañado por el presidente de la Diputación, Cesar Sánchez ; el presidente de la OAMI, Antonio Campinos; el presidente de la Cámara de Comercio, José Enrique Garrigós; el presidente de COEPA, Moises Jiménez; el presidente de CEPYME, Cristóbal Navarro ; el presidente de INECA, Perfecto Palacios, e Ignacio Campos, Jefe de la División de Dominio Público de la Autoridd Portuaria de Alicante. También asistieron otras muchas personalidades del ámbito empresarial y de la comunidad portuaria de la provincia de Alicante.
El presidente de la Diputación manifestó que “la zona franca será un foco de atracción de empresas y conseguirá que nos convirtamos en el centro logístico del Mediterráneo, un espacio en el que se concentren compañías extranjeras, pero también autóctonas, capaces de activar una economía de escala con el beneficio de la neutralidad fiscal. Se trata, además, de un proyecto que cuenta con el apoyo del sector económico, institucional, portuario-marítimo y productivo de la provincia y en el que también queremos implicar a la sociedad”.
Cesar Sánchez resaltó que este encuentro pretende abordar las principales fortalezas de la provincia para esbozar qué retos tiene y cómo llevarlos a cabo con el mayor éxito posible. En este sentido, Sánchez señaló que “con esta iniciativa queremos exportar más, producir más, generar más empleo y más bienestar para las personas, porque es la mejor forma de contribuir al desarrollo del conjunto de España”.
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García Margallo |
Ventajas
Por su parte, Perfecto Palacio, destacó que “la potencial implantación de una zona franca en la provincia tomando el puerto de Alicante como núcleo potenciaría la conexión industrial Alicante-Elche y lo convertiría en una realidad tangible y cuantificable”. “Es necesario que finalicen las obras del Corredor Mediterráneo que podrían convertir a la provincia en un importante nodo de conexión intermodal y enlace comercial con países extracomunitarios, especialmente el norte de África”, aseveró. Esta situación geoestratégica puede ser el rasgo diferencial de otras zonas francas de España, lo que puede atraer inversiones y flujos de mercancías hasta ahora impensables ante la falta de proyectos diferenciados. Además, añadió que “Alicante es la quinta provincia en aportación al PIB de España, con un saldo de exportaciones positivo mientras que el conjunto de España sigue en valores negativos”. A juicio del presidente de INECA el proyecto de la zona franca “nos puede servir para dejar esa continua mirada hacia atrás que sólo nos deja adherida una etiqueta de pesimismo y que, por lo tanto, está en las antípodas de lo que INECA tiene como objetivos”. “Nuestro propósito como Instituto de Estudios es analizar y contribuir al crecimiento de esta provincia, aportando investigación, sentido crítico y perspectiva con un equipo técnico de contrastada solvencia”, terminó.
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La presentación despertó gran expectación |
El director de Proyectos de INECA y coordinador del estudio, Joaquín Melgarejo, explicó durante la presentación del informe que “la oportunidad para Alicante es clara y para ello debe preparar su oferta logística, sus infraestructuras y los procesos de gestión para atraer el importante volumen comercial”.
Puerto de Alicante
Así Melgarejo destacó que “las conclusiones del estudio revelan que la zona más idónea para situar la zona franca estaría en el puerto de Alicante y en el Parque Industrial de Elche”. Dos centros, elegidos tras el análisis de otras ubicaciones, por su buena accesibilidad por carretera y ferroviaria. Esta posición requiere una inversión de 27 millones de euros que podría ser subvencionado por el Gobierno de España, el de la Generalitat, el de la Diputación y la Unión Europea. De igual modo, se propone otra posible zona agregada al Puerto de Alicante que estaría en Bacarot.
INECA estima que las empresas de la zona franca crearían 14.836 empleos y tendrían una facturación anual de 1.225 millones de euros. En un escenario de 10 años, la zona franca generaría 84.000 puestos de trabajo (directos, indirectos e inducidos), los derechos arancelarios ascenderían a 36,7 millones de euros, los impuestos estatales se situarían en 321 millones de euros y los municipales estarían en torno a los 10 millones de euros. En una década se calcula que se habrían creado 84.373 puestos de trabajo.
En este encuentro, también se celebró una mesa redonda, moderada por el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, para abordar esta iniciativa en la que han participado representantes de instituciones como COEPA, la Cámara de Comercio, INECA, CEPYME, el Puerto de Alicante, Elche Parque Industrial y AEFA.
Por último, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, quien clausuró este acto, argumentó que “la economía española está cada vez más internacionalizada, más globalizada y es más dependiente del exterior. Alicante es una de las pocas provincias que tiene superávit y que vende más de los que compra fuera”. “En estos momentos hay una intensificación del flujo del comercio desde Asia hacia Europa. La ribera mediterránea puede ser la puerta de entrada al corazón económico del continente y el Puerto de Alicante, conectado con el Corredor Mediterráneo, puede aprovechar esta oportunidad”, concluyó Margallo.