Una veintena de pequeños y medianos fabricantes de calzado de Elda y Petrer están manteniendo contactos para sentar las bases de una futura asociación empresarial que les permita hacer llegar sus propuestas y reivindicaciones ante la Administración, en un momento que califican como “crítico” para el sector y en el que estiman que pueden cerrarse más de cien fábricas en un corto periodo de tiempo.

La primera reunión tuvo lugar en Elda, aunque las conversaciones se iniciaron en el transcurso de la última edición de Modacalzado. Los dieciocho industriales que acudieron a la cita mostraron su intención de unir sus fuerzas para que todas aquellas firmas que disponen de plantillas, marcas y red comercial propias no sigan sumidas en una situación precaria que, según advierten, se mantiene ya desde hace demasiados años.

El segmento industrial al que va dirigido este movimiento centraliza el 25% de la producción actual de calzado de Elda y Petrer. Se trata, en su conjunto, de industrias con una media de veinte puestos fijos directos y una cifra sin determinar de indirectos que elaboran un zapato de calidad media-alta cuyo mercado es España y Europa.

Los portavoces del colectivo son conocidos fabricantes, que pueden presumir de una larga trayectoria en el sector y se quejan de la falta de subvenciones para poder acudir a las ferias, “que es precisamente donde conseguimos el trabajo que redunda en nuestros pueblos porque nosotros, fabricamos aquí y creamos riqueza aquí, no como hacen las compañías que se llevan la faena a China, Rumanía y Bulgaria”.

Finalmente lamentan que desde el Consell se sigan concediendo ayudas para implantar empresas en el extranjero en lugar de apoyar a las pymes.