Cuarenta años han pasado desde la última vez que el puerto de Alicante recibiera un barco con una carga de cereales, concretamente trigo. El pasado martes el buque “GB Pacific” realizó una descarga de 4.500 toneladas de dicho cereal con destino a las fábricas de Harinas Bufort Cloquell, y estuvo consignado por la firma Bergé Marítima. Para la desestiba del barco se utilizó la nueva tolva ecológica de la firma Alicante Port.

Parte de la carga de cereales llegada la pasada semana al puerto de Alicante

La peculiaridad de esta tolva es que absorbe todo el polvo que se produce en la descarga de los buques, a través de seis filtros con una capacidad de filtraje de 65.000 metros cúbicos por hora. Esto hace que las partículas que puedan ir a la atmosfera sean absorbidas por éstos filtros, y vuelvan a la carga del camión por lo que no se desperdicia nada.

El gerente de Alicante Port, Felipe Fuster manifestó que la tolva se ha fabricado en Gijón por los talleres Silva que son especialistas en éste tipo de tolvas, además cuentan con una presencia tanto en el mercado nacional como internacional.

La nueva tolva ecológica ya se encuentra a pleno rendimiento

Según Felipe Fuster “es la primera tolva ecológica y esperemos que no sea la última que llega al puerto de Alicante”. “El sistema de descarga se realiza a través de la puerta donde los camiones entran y con unas mangas que bajan hasta la altura del camión van depositando la mercancía y es ahí donde los filtros absorben las partículas y las redirigen a la carga del camión”, explicó Fuster. Además, el gerente de Alicante Port destacó que con ésta tolva se pueden descargar carbonatos cálcicos, fertilizantes y cereales. También podría descargare clinker pero el puerto es importador de éste material sino exportador”.

El gerente afirmó que “la decisión de traer esta tolva ecológica es debido a los graves problemas que en los últimos tiempos el puerto de Alicante ha tenido con la ciudad y con los vecinos por las partículas que se desprendían de la carga de los camiones”.

Con esta actuación el puerto de Alicante podría eludir la sanción de 120.000 euros que la Dirección General de Medio Ambiente puso al enclave portuario a principuios de agosto, al entender que incumplía las medidas contra la polución, al no haber acreditado la instalación de tres estaciones para medir la calidad del aire en los muelles.