La ampliación de la marína deportiva del puerto de Torrevieja para albergar las instalaciones de una nueva marina deportiva, la cual contará con ochocientos dieciséis puntos de amarre, según expertos, con la construcción de los dos espigones cerrados en la dársena los cuales se está ejecutando sin pasos por los que puedan discurrir las corrientes marinas, se puede correr el grave riesgo de colmatar con sedimentos y arena la zona portuaria.

En este proyecto no se contempla, en principio, que los citados espigones estén dotados de pasos por los cuales puedan discurrir las corrientes marinas.

Las obras de la citada marina ya se han iniciado al contar con la concesión del Gobierno Valenciano, del cual depende el puerto de Torrevieja.

Corrientes
Hace más de doscientos años los dos pequeños espigones de la Eras de la Sal de la localidad ya se construyeron con una abertura cada uno de ellos con el fin de evitar el estancamiento de arena.

Cuando a mediados de los años setenta del pasado siglo se construyeron los pantalanes del Club Náutico de Torrevieja también se dejó paso para el discurrir de las corrientes marítimas, y en las posteriores obras de Marina Internacional, que en un principio no contemplaban esta medida, se tuvo que variar el proyecto para dotarla de ella.

Del mismo modo los dos pantalanes sociales del muelle de la sal están concebidos para no alterar las corrientes marítimas, por lo cual existe preocupación entre los sectores relacionados con las actividades náuticas de la localidad ante las obras de la nueva marina.

El ecosistema de la dársena portuaria de la localidad ha evitado, hasta ahora, que la rada torrevejense apenas sufra asentamiento de los sedimentos y por ello raramente ha sido dragada.

La dinámica del litoral costero de la ciudad origina, según los expertos, que las corrientes marinas al penetrar por la bocana del puerto siguiendo el sentido de la agujas de un reloj recorran toda la dársena hasta volver a salir en dirección sur, hecho fácilmente comprobable arrojando a las aguas cualquier objeto flotante.

Ahora se teme que con la construcción de los mencionados diques las corrientes encuentren un obstáculo en ellos originando la paulatina acumulación de sedimentos y arena en el fondo de las aguas.

Además la construcción de los nuevos puntos de amarre en el puerto de Torrevieja, también ha generado inquietud en la Cofradía de Pescadores, cuyas instalaciones actuales deberán trasladarse por estas obras al muelle de poniente, donde serán eliminados doscientos puntos de amarre.