Después de que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Alicante se manifestara en contra del proyecto, los consejeros optaron por decir no a la propuesta sin necesidad de una votación. El principal motivo por parte de las asociaciones de comerciantes, que supondría el barco para los comercios de la ciudad.

El Informe de la Cámara de Comercio de Alicante fue positivo hacia la ubicación del barco, también fue positivo el apoyo por parte de las asociaciones de hosteleros. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Administración que se convocó a este efecto, el presidente de la Autoridad Portuaria, Mario Flores, explicó que "aceptó la decisión porque yo siempre mantuve que no antepondría los intereses del puerto a los de la ciudad".

Flores manifestó que "sigo convencido de que esa afluencia de visitantes que hubiera generado el barco comercial causaría un efecto positivo, sobre muchos comercios". Además añadió que "desgraciadamente tendremos que ir a visitar el barco a un puerto cercano y nos daremos cuenta de que podría haber sido un atractivo importante para la ciudad". El presidente del puerto insistió en que el buque-tienda hubiera beneficiado a la gran mayoría de los comerciantes de Alicante por el simple hecho de tener un atractivo, para que venga la gente a nuestra ciudad y recordó la importancia de los ingresos vía impuestos que el proyecto hubiera proporcionado al puerto y a la pormoción de la ciudad.