Además de la situación de crisis que comparte con el resto de pescadores de la provincia por la continúa reducción de las capturas y el alza de los precios del combustible, la Cofradía de Alicante tiene un problema añadido y es que si no recibe ayuda económica se verá abocada a la desaparición. Esta situación esta provocada por la construcción del edificio de la nueva lonja y el retraso de las ayudas por parte de la Generalitat, que se comprometió en 2002 a financiar el 40 por ciento de las instalaciones y que han sumido a la Cofradía en una situación económica crítica, que está haciendo temer seriamente a los pescadores alicantinos por su supervivencia.

Según Leonardo Ruiz, secretario de la Cofradía de Pescadores de Alicante, la Generalitat adeuda a la Cofradía 36.000 euros del primer paquete de ayudas aprobado para la construcción de la lonja y que debería de haber abonado el pasado año. El 40% de la financiación se completaría con otros 36.000 euros en el presente año, otros 36.000 en 2006, y el resto, el montante más importante, 1.458.000 euros, en 2007.

El fin de la concesión con el Puerto para la utilización de las instalaciones pesqueras después de treinta años impulsó a la Cofradía a iniciar en 2003 las obras de la nueva lonja, haciéndose cargo por adelantado del 100% de los 3.800.000 euros del coste de la obra. Importe para el que tuvo que pedir un crédito, "confiando en la llegada a tiempo de las ayudas de la Generalitat", apunta el secretario de la Cofradía de Alicante.