A estas alturas ya sabemos que “nuestra logística”, de la que nos ocupamos habitualmente en este diario y en el resto de nuestros soportes digitales y en papel no es sólo la técnica militar que se ocupa del movimiento de los ejércitos y su transporte y mantenimiento.

Ustedes, mejor que nadie, conocen de cerca la definición que la Real Academia Española hace del concepto: conjunto de los medios necesarios para llevar a cabo un fin determinado de un proceso complicado. Y tan complicado.

Lo que no me podrán negar es que, aún hoy, tienen que enfrentarse a unos ojos muy abiertos cuando explican a un amigo o en algún foro ajeno a su día a día a qué se dedican. Ah, al transporte? Creo que no me equivoco si esa es la respuesta que reciben en la mayoría de ocasiones.

Sin embargo, ha querido el destino y esta maldita pandemia que la logística suene con un tono muy alto. Raro es el diario, el informativo, el programa de radio que en estos días de Covid-19 no recoge dos o tres noticias sobre la importancia de la logística en estos ya larguísimos días.

El presidente del gobierno, sus homólogos autonómicos, los conselleres, la patronal…todo hijo de vecino ha puesto el acento desde el principio de la crisis en la necesidad de garantizar el avituallamiento, vamos, el pan nuestro de cada día. Y eso, señores, lo hacen ustedes y están demostrando que lo hacen muy bien.

No creo que saquemos nada bueno del coronavirus, aunque quiero pensar que a algunos nos hará mejores personas y actuará como un curso intensivo para aprender a valorar cosas que antes ni percibíamos. No creo tampoco que la ola de solidaridad y unión que nos invade estos días tome el relevo a la competencia despiadada ni suavice nuestras ansias de ganar y crecer. Pasaremos página como buenos humanos que somos y a otra cosa mariposa.

Pero sí estoy segura que, si para algo está sirviendo la kafkiana situación que estamos viviendo, es para poner en valor el esencial papel que juega la logística y el transporte en nuestras vidas. Como ya atesoro unos años en este negocio tengo la suerte de tener amigos en muchas empresas de transporte y en las videollamadas que estos días se han convertido en el padrenuestro no dejo de escuchar que no sólo se está trabajando, sino que se está trabajando mucho, más que en cualquier otro mes, y con un innegable sobreesfuerzo de trabajadores y empresas.

No sólo han sabido dar respuesta a una situación imprevista por todos y que parece estar cambiando, al menos por unas semanas, el orden de las cosas. Lo han hecho de forma rápida, ágil y eficaz. Como sólo el sector logístico sabe hacerlo.

#yaquedaundiamenos
#estevirusloparamosunidos