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OPINION

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Veintepies : Opinión
      

Carta de un estibador al Presidente
VM, 15/03/2017

Estimado Sr. Presidente del Gobierno de España:

Le escribo esta carta siendo consciente que será difícil que usted la lea, pero yo se la escribo, nunca se sabe.

Usted es mi Presidente, pues soy un trabajador estibador español, y quiero decirle, casi quiero gritarle, que tengo un grave problema. Mi puesto de trabajo, de la noche a la mañana, está en serio peligro. La causa es que desde el Ministerio de Fomento del Gobierno que usted preside, se ha “perpetrado” una orden inmediata de despido, el mío y el de seis mil quinientos compañeros estibadores portuarios. Algo así como “esto es lo que hay”, mañana puedes estar sin trabajo porque yo lo he ordenado. Real Decreto-Ley 4/2017 se denomina esa orden inmediata.

Tenemos realmente preocupación por la tempestad originada por dicho RDL que nos puede hacer naufragar y no llegar a puerto.

A dicha orden le ha dado usted, en consejo de ministros, el visto bueno. No sé Sr. Presidente si usted, con una agenda tan repleta, estará al tanto de todo esto o sólo sabe lo que le cuenta su ministro. Usted dirá que yo soy parte interesada y que lo que le digo carece de objetividad y que su ministro, aunque no haya tenido ningún conocimiento ni experiencia política previa en el sector de la estiba portuaria, no obstante está asesorado por gente muy competente y muy válida, y si ha tomado esa decisión estará bien tomada.

No seré yo quien cuestione la valía de su gente, Sr. Presidente, de hecho le puedo asegurar que entre los seis mil quinientos de los que le hablo seguro que muchos le votaron en las pasadas dos elecciones generales seguidas, las de diciembre de 2015 y junio de 2016.

Sólo sé que cuando uno lee el RDL que le digo, no es muy largo pero sus pocos artículos disparan a matar, queda claro que en un plazo de tres años nos despiden a todos. Yo no entiendo Sr. Presidente porque se nos quiere despedir, pues el sector al que pertenezco no para de crecer y cada año va engrosando su cuenta de resultados, por lo que las empresas tienen recursos de sobra para pagarnos. En esa situación ninguna empresa plantea despedir a sus trabajadores. Es un sector empresarial boyante. Y no lo digo yo, lo dicen ustedes mismos, y si no vaya a la página oficial del organismo estatal Puertos del Estado, órgano dependiente del Ministerio de Fomento, y que tiene atribuida la ejecución de la política portuaria del Gobierno:

“España es el país de la Unión Europea que cuenta con mayor longitud de costa (8.000 km.). Además su situación geográfica, próxima al eje de una de las rutas marítimas más importantes del mundo la beneficia de un mayor afianzamiento como área estratégica en el transporte marítimo internacional y como plataforma logística del sur de Europa.

…La importancia de los puertos como eslabones de las cadenas logísticas y de transporte viene avalada por las siguientes cifras: por ellos pasan el cerca del 60% de las exportaciones y el 85% de las importaciones, lo que representa el 53% del comercio exterior español con la Unión Europea y el 96% con terceros países.

Además, la actividad del sistema portuario estatal aporta cerca del 20% del PIB del sector del transporte, lo que representa el 1,1% del PIB español. Así mismo, genera un empleo directo de más de 35.000 puestos de trabajo y de unos 110.000 de forma indirecta.”

Como ve, Sr. Presidente, desde Puertos del Estado, al menos en su página oficial, proclaman abiertamente su orgullo por los puertos españoles, y por tanto, en coherencia, también deben estar orgullosos de las personas que trabajamos en dichos puertos. ¿Por qué entonces se han dicho tantas cosas ofensivas en los medios de comunicación contra nosotros desde hace un mes? Antes nadie sabía prácticamente que existíamos, ¿qué está ocurriendo para que en estos últimos días salgan vicepresidentes de plataformas autodenominadas de inversión portuaria, y demás mercenarios del sector empresarial de los cuáles no habíamos oído hablar nunca, y clamen a los cuatro vientos la necesidad de eliminar a los malignos estibadores? ¿Qué intereses hay detrás de toda esta campaña de desprestigio? ¿A qué se debe que el Ministerio de Fomento nos odie desde hace un mes?

De repente sentimos todos los días y todas las noches la presencia amenazadora del volcán, en forma de despido.

Dice su ministro que todo se debe a la sentencia de diciembre de 2014 del Tribunal de Justicia Europeo. ¿Una sentencia que se pretende aplicar por RDL dos años después de su publicación? Es como cuando en el colegio te mandan hacer un trabajo para dentro de varias semanas y lo dejas todo para la noche de antes, lo normal es que suspendas.

Su ministro le habrá dicho, porque es lo único que dice sobre esta materia, que lleva dos años negociando con las partes, (no será el Sr. de la Serna que ostenta su cargo desde noviembre de 2016), alegando que los trabajadores no hemos querido llegar a un acuerdo. Nadie que esté al tanto de esta materia puede creerse las palabras del ministro y sino échele un vistazo a la agenda del Ministerio de Fomento de estos dos años anteriores, y verá multitud de reuniones suspendidas con la aquiescencia de dicho Ministerio, claramente dando largas para no enturbiar dos complicadas precampañas electorales seguidas.

Dos años que han sido ocupados por el gobierno en sobrellevar la difícil situación planteada en España por las dobles elecciones generales de 2015 y de 2016, Sr, Presidente, y usted lo sabe.

De hecho, y me remito a las hemerotecas, el pasado día 23 de septiembre de 2016, el presidente de Puertos del Estado, D. José Llorca, afirmaba que “La sentencia de Luxemburgo no anula la ley española”, claramente quitándole importancia a la resolución judicial europea de diciembre de 2014, la misma que ahora nos quiere hacer tragar su Ministro como si el futuro de España de ello dependiera.

¿Qué ha pasado? ¿Ha tenido que venir un ministro iluminado en noviembre de 2016 para darse cuenta de algo que no ha visto nadie del Ministerio en dos años o es que, aprovechando la coyuntura, el capitalismo salvaje (la mayoría en manos de fondos de inversión extranjeros) está moviendo sus fichas y quiere a los trabajadores hacernos comulgar con ruedas de molino?

Quiero recordar, y me vuelvo a remitir a las hemerotecas, que ante dichas declaraciones del Sr. Llorca fueron los propios sindicatos de los estibadores los que pusieron el grito en el cielo, reclamando dar forma legal a la situación, manifestando que será "un cambio legislativo inminente que modificará las reglas del juego de nuestro sector". Los sindicatos significaban que pretendían, después de reconocer lo evidente, que dicha modificación se llevase a cabo "con la participación y consenso de todas las partes". Le suena esta petición Sr. Presidente?
Es la misma que ahora seguimos demandando.

Así pues, los trabajadores estibadores, desde la publicación de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Sala Sexta, de 11 de diciembre de 2014, asunto C-576/13, Comisión Europea vs. Reino de España, hemos sido sabedores de donde nos encontrábamos y hacía donde íbamos, algo que no se puede decir de los representantes de la Administración del Estado. Siempre hemos estado dispuestos a sentarnos para encontrar una solución consensuada al cambio normativo que impone la tan repetida sentencia. Es mentira por tanto que durante dos años nos hayamos negado a negociar.

También repite constantemente su ministro el argumento de que en un puerto español (hay 46 puertos en España) no trabajan mujeres en la estiba, lo cual, con una demagogia impropia de un ministro, volvió a reiterar en el Congreso el 8 de marzo, el día de la mujer trabajadora, ante la multitud de reproches que precisamente una mujer, diputada del Congreso, le hizo muy cabalmente contra su RDL, pues todos los partidos políticos distintos al suyo, no ven las cosas como las presenta el actual ministro de fomento, el Real Decreto-Ley de “ordeno y mando” ha conseguido que todos los partidos de la oposición se pongan de acuerdo en que la norma que quiere imponer su ministro va contra los trabajadores. Algo se debe estar haciendo mal Sr. Presidente.

Su ministro, dicho sea con el debido respeto, está actuando a la máxima velocidad, sin analizar con suficiente cautela una reforma compleja. En noviembre de 2016 toma posesión de su cargo, y en febrero de 2017, se estrena políticamente publicando un Real Decreto-Ley, de ésos del ordeno y mando, de ésos a los que únicamente se debe recurrir cuando hay un consenso previo, como cuando recientemente han aprobado por Real Decreto-Ley 1/2017 medidas urgentes de protección de consumidores en materia de cláusulas suelo. En ese caso su partido, Sr. Presidente, se molestó en realizar consultas previas con el resto de partidos de la oposición, y una vez se obtuvo el acuerdo se llevó al congreso el Real Decreto-Ley. ¿Por qué con nosotros han actuado sin intentar un consenso previo?

Sr. Presidente, por favor dígale a D. Íñigo que retire este desafortunado Real Decreto-Ley, es un ejercicio absurdo de crueldad innecesaria, fuera de lugar, no era necesario crear este malestar social, dígale a su ministro que tenga un poco más de prudencia y se siente con las partes implicadas, cosa que no ha querido hacer, que no piense que no somos dignos de sentarnos a la misma mesa, no somos tan malos, no dejamos de ser trabajadores españoles, con nuestras virtudes y defectos, como todos.

De hecho, las empresas estibadoras que tanto exigen la libertad de establecimiento pactan sin ningún problema con el Ministerio que ahora nos quiere despedir concesiones en los puertos de 50 y 70 años. Y eso no atenta contra la libertad de establecimiento? ¿Qué clase de hipocresía hay en todo esto?

La negociación no puede venir condicionada con la espada pendiendo sobre nuestras cabezas de un RDL redactado sin consultarnos, en el que se nos despide. Debe ser al revés, primero consenso y después redactas el RDL sobre dicho consenso, no hay que estudiar mucho para saber eso, es sentido común.

No le molesto más Sr. Presidente, el jueves 16 de marzo la virtualidad de este RDL se debatirá en el Congreso de los Diputados. Ojalá se imponga el sentido común y, ya sea desechando el RDL actual aprobando otro nuevo que incorpore los acuerdos alcanzados, ya sea tramitando un proyecto de ley aceptando las enmiendas formuladas al texto por los distintos partidos políticos, acabe todo bien.

Como dicen los viejos marinos, “tras mala navegación el puerto sabe mejor”. Reciba un cordial saludo Sr. Presidente.

David Nácher Tomás
Estibador Puerto de Valencia


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