Este articulo no espero que sea el típico articulo de una empresa de transporte que después de leerla, el lector se quede igual que antes de empezar.

Los buenos relatos son los que inspiran, los que hacen pensar, los que hacen sentir.

En esta sociedad de mercado sometida a constante cambio, hace apasionante la gobernabilidad de cualquier empresa por pequeña que sea, pero a la vez es necesario poner los cinco sentidos para no equivocarse lo mas mínimo, cualquier descuido puede hacer naufragar el barco (compañía). Aprovechando el foro de edición de esta publicación comentare que en la gestión empresarial hay muchas similitudes con tripular un barco, puesto que el valor de la tripulación (al igual que el personal de una empresa) puede hacer que el barco naufrague o consiga llegar en mejores condiciones a puerto; la previsión para gestionar las tempestades es fundamental (al igual que en las crisis) el conocer el estado de la embarcación antes de entrar, la preparación de la tripulación para introducirse en la tormenta y como se gestiona la mala mar, será clave para salir airosos del envite. Inmersos en una incertidumbre económica la cual no nos da tregua, la improvisación se hace un recuso bastante recurrente a menudo y quizá la preparación y la formación es fundamental para salir airoso de las situaciones de cambio.

Pero algo más importante que todo lo anterior es sin duda la actitud frente a la vida, la predisposición a la felicidad, una actitud positiva o negativa, puede hacer que la motivación sea determinante para convertir una compañía en un cementerio o en un equipo invencible.

Hacer tu día a día un poco más agradable, hará que tu tripulación note la inercia positiva y con ello llegaran los resultados, pero lo que es más importante, tu felicidad, algo que no tiene precio.

Yo como representante de una pequeña empresa familiar, tengo que admitir que en el fondo de mi despacho a veces reconozco que no es fácil sacar fuerzas para la motivación necesarias para ejecutar lo argumentado, pero sé que lo haga o no dentro de 30 años como máximo, No sé parte del camino abre recorrido porque no puedo controlar lo que me va a pasar, pero si la actitud con la que voy a enfocar mis embestidas, también se que no tendré las capacidades adecuadas para estar al timón de mi cometido, pero no me gustaría pensar que he desperdiciado 30 años de mi vida pensando que podría haber sido más feliz.

Crisis en latín significa oportunidad, mi país está sufriendo una gran crisis pero yo prefiero ver la botella medio llena, prefiero ver soluciones donde otros ven problemas, prefiero sentirme dichoso, donde otros se ven victimas, prefiero el significado oportunidad que el significado de crisis.

Con esta actitud, cada día en mi compañía contamos con más clientes y más fieles, con esta actitud mi tripulación se implica más que yo mismo en mis proyectos, con esta actitud mi barco tiene un gran recorrido, con esta actitud consigo la felicidad de los míos y la mía propia.

Fernando Tomás
Gerente de Levante Port Service