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Domingo, 28 de diciembre de 2025


Perspectivas de la contabilidad de gestión
VM, 16/02/2004

Para la consecución de la excelencia, la dirección actual requiere de sus sistemas contables una información relevante con la que poder tomar decisiones.

De ahí que se demande a los sistemas contables nuevos tipos de información, para lo cual hace falta una mentalidad proactiva, tanto en el proceso productivo como en el departamento de Contabilidad de Gestión, lo que nos conduce inevitablemente a seguir trabajando en la línea de la Contabilidad de Dirección Estratégica, basada en la teoría siguiente:

"Los distintos niveles directivos deben tomar múltiples decisiones racionales en sus respectivos ámbitos de actuación. Para que las mismas conduzcan a la excelencia empresarial, éstas deberán estar apoyadas en una información relevante y oportuna que permita a la dirección:

Establecer unos objetivos de mejora continua, no sólo en lo que respecta a su evolución, sino también en la relación con los principales competidores.

Plantear y valorar las posibles estrategias y opciones alternativas con el objeto de poder seleccionar las que permitan alcanzar dichos objetivos en las mejores condiciones posibles.

Implementar el desarrollo de las estrategias adoptadas mediante una planificación estratégica, que conduzca a la formulación de programas tácticos y operacionales que sean adecuados.

Controlar eficazmente la performance empresarial y tomar las decisiones correctivas que sean precisas, en un proceso de mejora continua, para alcanzar la excelencia empresarial.

La Contabilidad de Dirección Estratégica es el instrumento adecuado para procesar, interpretar y comunicar a la Alta Dirección la información estratégica relevante y oportuna, que sirva de apoyo al mencionado proceso de mejora continua."

El ABC (Activity Based Costing), defiende la siguiente tesis:
Las actuales condiciones del entorno, la capacidad de respuesta y la flexibilidad son las claves para mantenerse competitivo. La consecuencia inmediata es que las bases en las que se fundamenta el sistema de contabilidad de costes tradicional pueden resultar inadecuadas, dado que: el análisis de los costes a través de la mano de obra directa ya no está justificado; el tratamiento de los costes indirectos como un coste medio aplicado a la producción tampoco lo está; y la distribución de los costes indirectos basado en la mano de obra directa resta credibilidad tanto a los costes como a los beneficios obtenidos, sobre todo de cara a la formulación de una estrategia para competir. Ello puede ser una razón, por tanto, para modificar el sistema contable, e incorporar una metodología que proporcione una información adecuada no sólo en el control, sino, lo que es más importante, en la gestión de los costes, y es en este punto donde adquiere toda su relevancia el sistema de costes ABC.

La información de gestión debe estar al servicio de los gestores, y basada en una orientación centrada más en las causas que en las consecuencias; es decir, ya nada se asume como algo dado, sino que es preciso adentrarse en el por qué, llevando esta perspectiva a un cuestionamiento de todas las actuaciones realizadas. Ello, en esencia, ha determinado una época de redimensionamiento de los contenidos de la Contabilidad de Gestión, puesto que de un mero cálculo de costes, se ha pasado a una verdadera gestión de dichos costes.

La contabilidad de gestión, permite evaluar la contribución económica global y de cada una de las diferentes actividades que realiza la empresa (productos, mercados, departamentos, divisiones, proyectos, filiales, etc.). Por ello, puede facilitar la toma de decisiones empresariales que permitan la mejora del resultado.

También puede contribuir igualmente a facilitar el proceso de control, si se utiliza para promover que los miembros de la organización actúen de acuerdo con los objetivos de la dirección de la empresa. Mediante la formulación de los objetivos y la elaboración del presupuesto, se señala cuál es el comportamiento hacia el que deben orientarse los miembros de la organización y se motiva para su logro. Posteriormente, mediante el análisis de las desviaciones se evalúa de forma cuantitativa si este comportamiento ha sido congruente con los objetivos establecidos inicialmente. Sin embargo, a pesar de las ventajas que puede permitir una contabilidad de gestión, en muchas empresas españolas su utilización para suministrar información relevante para la toma de decisiones y el control ha sido bastante limitada.