En la actualidad estamos viviendo un proceso dialéctico dentro del contexto de la gestión de costes. Tras más de un siglo de no haberse producido aportaciones relevantes, estamos inmersos en un proceso de replanteamiento importante.

A mediados de los años 80, se puso de manifiesto la obsolescencia del cálculo de costes que llevaban a cabo las empresas. A finales de los 80 se empiezan a sentar las bases de la contabilidad de dirección estratégica. En esa época e inicios de los 90, surgen los sistemas de gestión y de costes basados en las actividades (ABC/M).

Estos hechos se convirtieron en un cóctel explosivo que sirvió ya no solo para llevar a cabo una racionalización dentro del contexto contable si no que produjo un rediseño de la gestión de costes.

Las demandas que plantea la dirección de las empresas a la hora de tomar decisiones están basadas en que una empresa ya no es ella y su interior, es ella y su entorno. Calidad, clientes, medioambiente, RRHH, benchmarking, proveedores, etc, todo ello se concibe ahora de forma diferente.

Afortunadamente para la contabilidad de gestión (disciplina que se encarga de analizar la gestión de costes empresariales), al ampliar su campo de acción, amplió también el numero de personas que se acercaron a ella. Bien, desde el punto de vista de la investigación, bien desde el mundo profesional, bien como mero observador.

Las dos corrientes en que navegó la contabilidad de gestión, en los 90, se pueden sintetizar, en los defensores del sistema ABC/M y los detractores. Muchos de los aportes han venido de la mano de la defensa acérrima de muchos de los contables, que en una posición inmovilista, intentaban defender aquello que habían conocido toda la vida.

A esta lucha, por que así fue, estuvo ajena la empresa. El tejido industrial de la Pequeña y Mediana Empresa, estaba muy lejos, ya no de entender las aportaciones que se estaban produciendo, si no que no aplicaban ni lo que en la lucha se consideraban sistemas convencionales o clásicos de cálculo de costes.

Ahora ya no es Sistemas convencionales o sistema ABC, o una mezcla, o lo mejor de ambos.

Ahora es que el obtener y suministrar información dentro de estas dos corriente, distorsiona totalmente los resultados de la empresa. Ahora el termino que tiene valor y a partir del cual se construye y se deconstruye la contabilidad de gestión, es el de VALOR GENERADO.

Esto es un buen comienzo de siglo y de milenio, el debate esta servido, la el caculo y gestión de costes gracias a este proceso dialéctico, avanza. Esperemos que continúen existiendo aportaciones de este tipo y que los profesionales e investigadores nos posicionemos en alguno de los bandos. Si todos subimos al mismo carro, no avanzaremos.