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Sábado, 27 de abril de 2024

Tropiezos

El desnudo físico y mental
Chuflainas, 17/10/2008

En ocasiones me da la sensación de que vivimos en el siglo XV y que la Inquisición corre aún por nuestras calles en busca de pecadores a los que torturar.

Qué a día de hoy todavía se censuren carteles de películas como el de “Diario de una ninfómana” o que el calendario de falleras de Xátiva haya sido censurado por aparecer en ellas mujeres desnudas o semidesnudas parece una salvajada.

¿Aún tenemos miedo a salir como “Dios nos trajo al mundo” en un cartel? ¿Eso puede dañar la sensibilidad de alguien o la de un niño? ¿Qué pasa que vernos sin nada es malo?

Y todavía parece más salvajada aún lo ocurrido en el calendario de Xátiva cuando se dice
que “El marido de una fallera ordena retirar la imagen de su mujer desnuda”.

¿Pero qué “coño” es esto? ¿Todavía tiene que ser el hombre el que ¡¡ordene¡¡ que retieren la foto de su mujer? ¿Pero quién es él para elegir si su mujer quiere o no salir desnuda?

Y aún es más, ¿su mujer no tiene el valor de decidir si quiere o no quiere que salga su foto?

Porque claro, si ella posó para el fotógrafo, se supone que es porque quería que saliese la foto.

No es justo que todavía a día de hoy sean los hombres los que tengan que decidir por las mujeres (y lo dice un hombre), pero es mucho más preocupante que sean las propias mujeres las que se autocensuren, porque que yo sepa la ley nos permite elegir por nosotros mismos sin coacción alguna.

La peor desnudez no es la física sino la mental...