Un servicio de Valencia Marítima
Viernes, 12 de septiembre de 2025


M. Carlier: “El short sea shipping se enfrenta a retos de tipo organizativo y administrativo”
El director general de ANAVE pronunció la conferencia extraordinaria en la clausura del Master del IPEC
VM, 16/06/2003

El director general de la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE), Manuel Carlier, fue el encargado de pronunciar ayer la conferencia extraordinaria durante la clausura de la XI edición del Master en Gestión Portuaria y Transporte Intermodal que organizan la Fundación IPEC y la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Esta conferencia trataba sobre la “Promoción del Transporte Marítimo de Corta distancia: ¿cómo mejorar la eficacia del transporte multimodal en Europa?”.

En primer lugar, Carlier se mostró disconforme con el término de este modo de transporte en castellano, transporte marítimo de corta distnacia, considerando que no está en la longitud del trayecto el valor de esta alternativa ni en en él radican sus posibilidades. Por tanto, Manuel Carlier empezó a hablar a partir de ese momento de short sea shipping.

Según el director de ANAVE, esta alternativa se plantea ante la futura congestión del transporte por carretera, que según los estudios elaborados por la Comisión Europea, no va a poder crecer tan rápido como en los últimos años y atender, por tanto, la demanda futura. “Antes de que esto ocurra hay que buscar alternativas, pero no aisladas sino en combinación con otros modos de transporte”, añadió.

Ventajas
Entre las ventajas del short sea shipping, Manuel Carlier recordó las más importantes. Entre ellas, destaca la menor inversión en infraestructuras que requiere el transporte marítimo, así como que éstas no están saturadas, tal como sí ocurre con la carretera.

En tercer lugar, señaló que el estabelcimiento de una nueva línea marítima se puede hacer de manera inmediata, mientras que la construcción de una infraestructura de carretera sí conlleva un medio plazo.

Además, el consumo energético es menor en el caso del transporte marítimo. “Esto también hace del transporte marítimo un buen aliado para cumplir los acuerdo del Compromiso de Kioto, en cuanto al respeto al medio ambiente”, explicó Manuel Carlier.

Por otra parte, el transporte marítimo se perfila como un transporte seguro, con un menor grado de siniestralidad con cuatro muertos por cada cien millones de pasajeros por kilómetro, frente a los 40 fallecidos frente a cien pasajeros por kilómetro.

Sin embargo, también hay algunos inconvenientes para consolidar este modo de transporte, tal como explicó Carlier.

Inconvenientes
“El primero de ellos es intrínseco: se trata de la mayor complejidad de una cadena intermodal”.

Además, son mayores los costes que se requieren en materia de infraestructuras. “En este sentido, son mayores las ayudas y subvenciones que se aportan a las infraestructuras de carreteras por parte de los gobiernos y entidades públicas. Sin embargo, no se prevé presupuesto para obras portuarias en la misma medida”, aseguró el director de ANAVE. En relación a este punto, también apuntó que los transportistas por carretera denuncian, por su parte, que pagan percios e impuestos abusivos sobre el carburante, que compensaría la inversión pública en carreteras.

Son los servicios portuarios uno de los mayores inconvenientes para la promoción del short sea shipping. “Hay que pagar unos costes bastante altos por los servicios de remoque, practicaje y amarre, entre otros, debido, en gran parte a que no existe competencia en estos servicios al haber un único prestador en la mayoría de ellos”.

Además, la carretera es más flexible y los trámites aduaneros son menos complejos. En este sentido, Manuel Carlier aludió a la guía editada por la Asociación para la Promoción del Short Sea Shipping, de la que es presidente, sobre los trámites aduaneros simplificados, que se pueden realizar por parte de todas las compañías que ofrezcan servicio en puertos europeos. “Sin embargo, esta posibilidad se desconoce por la mayor parte de compañías”.

Finalmente, Carlier recordó que los costes del “acarreo” terrestre, el trayecto que debe realiza la mercancía hasta el puerto y luego hasta su destino, representan cerca del 50% del coste total, lo que no anima a los cargadores a hacer uso del short sea shipping.

Con todo esto, para Manuel Carlier el short sea shipping se enfrenta a retos de tipo organizativo y administrativo. Este modo de transporte requiere, en su opinión, la coordinación de todas las partes que intervienen en la cadena logística. “De momento, esta alternativa es para el cargador una posibilidad de interés general y a largo plazo, menos flexible y más cara que la carretera”, concluyó.