La República Checa se está consolidando como uno de los países económicamente más estables del este de Europa, sobre todo tras su reciente incorporación a la Unión Europea. Por ello, la Feria Internacional Holiday World de Praga, que tuvo lugar del 15 al 18 de febrero, se sitúa como un certamen ferial muy interesante para los destinos turísticos de la provincia de Alicante, puesto que se ha notado por parte del mercado checo una creciente demanda de viajes vacacionales, mayoritariamente hacia los destinos de sol y playa, que incorporan además oferta turística complementaria como la cultural.

Este certamen ferial ocupó una superficie de 20.500 metros cuadrados y el año pasado acudieron 704 expositores de 50 países y se registraron cerca de 30.000 visitantes.

La feria ofrece una oportunidad única para reunirse, establecer contactos, negociar y realizar actividades en la industria mundial del sector viajes.

El Patronato Provincial de Turismo acudió a la feria de Praga con el objetivo de promocionar la oferta de todos los destinos de la provincia de Alicante, así como toda la información sobre los productos turísticos que pueden encontrar los visitantes en la Costa Blanca.

Datos
Para el diputado Provincial de Turismo, Sebastián Fernández, con la presencia de los destinos turísticos de la provincia en la feria de Praga “perseguimos reforzar, fortalecer e incrementar la cuota de mercado de la Costa Blanca en países que, como el checo, tienen un excelente potencial de turistas y visitantes que se decantan por el sol y la playa como un destino vacacional de primera elección”.

A nivel nacional en 2006, el número de turistas checos aumentó un 14,5% respecto al mismo período del año anterior registrándose un total de 158.876 turistas procedentes de la República Checa alojados en los hoteles españoles.

Por lo que respecta a la Costa Blanca, en el año 2005 el número de viajeros checos en los hoteles alicantinos creció un 56% con respecto al año anterior.

Estudiando la evolución mensual de los viajeros, los picos de la demanda se sitúan en torno a los meses de julio y septiembre aunque destacó también el mes de febrero.

Ese mismo año las pernoctaciones en la Costa Blanca tuvieron un notable crecimiento del 167%, en parte provocado por la evolución positiva de la estancia media que pasó de 3,11 días en 2004 a 5,33 en 2005.