Día tras día asistimos al proceso de consolidación de un sistema económico denominado "globalización económica". Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con esta filosofía económica y social. Pero lo cierto es que la mundialización de los mercados implica una serie de reflexiones sobre la repercusión que esta evolución produce, tanto en la macroeconomía como en las economías localizadas y en la calidad de vida.

De la misma forma, esta nueva ordenación económica actual y la prospectiva de los análisis indican cambios sustanciales en los parámetros de la competitividad de los productos que se lanzan al mercado.

Si hasta hace poco tiempo, la competitividad residía fundamentalmente en el sector industrial, correspondiendo al tratamiento de las mercancías un valor casi residual en cuanto a la importancia del valor del producto en destino, la proporción ha variado de modo considerable con las nuevas estructuras del mercado. En esta situación, el aumento de las distancias de la movilidad y del volumen de mercancías de intercambio en los abastecimientos de los mercados, implican que el sector de la logística y el transporte hayan alcanzado un importante avance en el ranking económico hacia un acortamiento de distancias con el sector industrial. Tanto en la incidencia en el precio final del producto en destino como en participación del PIB, teniendo en cuenta además la repercusión de un servicio eficiente, puntual y sostenible.

Así las cosas, la preocupación ha llegado a la Administración en sus diferentes niveles. Desde la Unión Europea se están promoviendo directivas y recomendaciones para tratar de paliar los efectos de la masiva invasión de camiones en las carreteras europeas, como la redacción del Libro Blanco del Transporte. No solamente es preocupación de la Unión Europea, sino también de los Gobiernos de los Estados, de las Administraciones Autonómicas y Regionales, y también de las Administraciones locales.

La prioridad en todos los ámbitos geográficos, tanto públicos como privados, se dirigen hacia el decidido impulso del transporte combinado. Es decir, a la combinación de modos de transporte en cadena logística organizada, aprovechando al máximo los recursos marítimos, ferroviarios y aéreos con la mínima exigencia de paralizar el crecimiento del uso de la carretera.

La modernización y creación de nuevas infraestructuras, priorizan los programas y reivindicaciones de impulso a la intermodalidad. Pero también es cierto, que las infraestructuras por sí mismas no son determinantes para producir más intermodalidad, sino que además de ofrecer espacios, equipamientos y servicios adecuados, deben ser centros generadores de dinámicas en cuanto a actividad empresarial evolutiva.

Por otra parte, la sensibilización hacia la práctica del transporte combinado se desarrolla por medio de eventos en forma de simposium, seminarios y diferentes jornadas de trabajo, en las cuales y por la experiencia adquirida, se tratan los temas desde las vertientes política y teórica. Pero para que la intermodalidad o transporte combinado tenga una implantación real, serán los diferentes agentes intervinientes en la cadena, quienes se impliquen y se organicen para que este sistema de tratamiento y movilidad de mercancías sea eficaz y con rentabilidad de negocio.

Con este objetivo, Vitoria - Gasteiz, va a celebrar durante los días 27 y 28 de mayo, las jornadas TIT 2003, que marcarán el inicio de la actividad del Taller Intermodal del Transporte en el Espacio Atlántico, como actividad permanente de análisis y acciones del sector privado del transporte, en sus apartados administrativo, técnico y comercial, que ayude a dar un impulso real a la práctica intermodal.

Estas Jornadas, iniciativa pionera en el Arco Atlántico Europeo, pretenden reunir para el debate y encuentros de negocio al mayor número de responsables de empresas del sector, como transitarias, operadoras de carretera, marítimas, ferroviarias y aéreas, empresas logísticas, empresas cargadoras importadoras - exportadoras y entidades gestoras de infraestructuras, como plataformas intermodales, puertos, aeropuertos, centros de carga de carretera y ferrocarril.

¿Por qué el ámbito del Arco Atlántico?. Esta zona periférica de la Unión Europea, con un desarrollo general inferior al resto continental, corre el peligro de proyectarse hacia un mayor deterioro socioeconómico si no se mejoran sus comunicaciones, tanto dentro del propio espacio entre las regiones de esta territorialidad como con el centro europeo y el Arco Mediterráneo. Pero no solamente con la creación de nuevas infraestructuras de comunicación sino también optimizando las existentes, desde la acción decidida y dinámica.

Estos son los motivos que han provocado la iniciativa de convocar TIT 2003, como acto inicial del Taller del Transporte Intermodal en el Espacio Atlántico, con el objetivo de crear una actividad participativa, que desde el sector privado propicie una comunión entre lo privado y lo público, cada cual en el lugar y actividad que le corresponda, con un único fin: llevar a la práctica las ideas, sintetizando la palabra y la obra. Siendo conscientes al mismo tiempo, que estos objetivos tan solo serán posibles mediante la implicación de los propios agentes componentes de la cadena logística.