Un servicio de Valencia Marítima
Lunes, 29 de diciembre de 2025


La constancia como necesidad
VM, 08/05/2003

El rumbo del puerto de Valencia, trazado sobre un horizonte en el que se vislumbran grandes expectativas, no es fruto de la casualidad ni de la coyuntura.

Es el resultado del esfuerzo y trabajo de todos los protagonistas de la comunidad portuaria que nos permite ocupar un lugar privilegiado en el ranking portuario del mediterráneo. Poco a poco, nos estamos convirtiendo en un modelo de referencia para otros entes portuarios españoles. Y son ellos los que están presenciando en el Valencia, una operativa portuaria cuyas cifras continúan siendo favorables en un contexto de condiciones económicas adversas.

Pero esta observación no debe complacernos y permitir que nos mantengamos ajenos al mundo que nos rodea, sin que nos afectan los males que están complicando la vida a los demás. Por eso, no debemos abandonar la actividad emprendida y confiar únicamente en los éxitos alcanzados porque sería ir en contra de nuestros intereses y los de nuestros clientes.

Porque son precisamente ellos, los que tarde o temprano, nos pueden leer la cartilla y nos dejen en la cuneta, porque en las actuales circunstancias, el creciente avance de la economía de mercado no nos permite pensar que serán los consumidores quienes hayan de absorber unos costes desorbitados que acaben alejándonos de un razonable umbral de competitividad.

Ya tenemos encima las consecuencias de un conflicto bélico que puede alterar al sector del transporte marítimo y afectar a su estabilidad. Por estas razones, debemos ser cautos y sobre todo eficaces, situándonos ante diferentes escenarios posibles. La comunidad portuaria, y dentro de ella sus componentes empresariales, sabemos que para afrontar con éxito el reto que se nos plantea hay que contemplar las amortizaciones, las inversiones y el enorme esfuerzo a desarrollar para responder correctamente a todas estas preguntas si queremos superar alguna que otra adversidad futura.

Desde las diversas entidades que componemos el entorno portuario, empresas, trabajadores, asociaciones empresariales como la Asociación Naviera Valenciana y la propia Autoridad Portuaria -sin olvidar a Sagunto y Gandía como recintos portuarios integrantes de la misma-, debemos seguir adaptando el puerto a las necesidades que pasan por la mejora de la productividad, por una mayor flexibilidad, una planificación de inversiones y eficacia, propiciando, ante todo, un clima que facilite estas pretensiones de continuidad y auge.

Por su parte, los representantes de los portuarios tienen que mirar al futuro más inmediato, y no anclarse en el día a día. Para conseguir cambios en las estructuras y en los procesos de trabajo de la estiba se deben dirigir los esfuerzos hacia el diálogo, mediante la adopción de una mayor perspectiva y anticiparse a los competidores. Y siempre con la perspectiva de que si no seguimos mejorando, además de bloquear el crecimiento, perderemos nuestra oportunidad, y lo lamentaremos todos.

La ventaja competitiva del conjunto operativo del recinto portuario valenciano depende de nuestra capacidad de adaptación a las futuras necesidades del cliente. No podemos ser más caros, ni más lentos ni dar peor servicio que nuestros competidores porque, por esa sencilla razón, podemos perder la posición de cabecera. Hay que seguir trabajando, con las sinergias puestas en el diálogo, el acuerdo y el compromiso de todos. Así, seguiremos manteniendo todos nuestra posición de liderazgo. No cabe duda que en la estiba los protagonistas son los portuarios y las empresas, pero sin olvidar que la última palabra la tiene el naviero o su representante. Por tanto debemos estar muy pendientes de sus necesidades si queremos seguir progresando como lo hemos venido haciendo los últimos años.