A pesar de encontrarnos ya entrado el siglo XXI y de que muchos de nuestros gobiernos se llenan la boca con las nuevas tecnologías, aún hay gente, profesionales y muchos, que le ponen quesito y agua a sus ratones para que no pasen hambre y sed por las noches. Y es que el mundo de la informática aún alberga grandes misterios, indescifrables para bastantes.

Así, podemos oír como señores hechos y derechos buscan encima de su mesa un jpg, como si del Santo Grial se tratara, preguntándose si no se habrá escondido debajo de la alfombrilla o debajo del teclado aquello que le piden insistentemente y que se debe encontrar en su escritorio.

Eso sin contar cuando hay que sacar los malditos virus de la caja tonta. Aspirinas o algo más fuerte como antibióticos e incluso la quimioterapia se plantea para este aparato frente al cual muchos seres humanos no saben si reír o llorar. Unos tanto y otros tan calvo, y es que el término medio en los seres, se supone que pensantes, es muy difícil de conseguir. De hecho, con frecuencia también es fácil encontrar el polo opuesto, esas inteligencias informáticas que se casarían con estos aparatos si se hubiese aprobado ya el matrimonio cibernético.

Así como los hay de otra índole más, digámoslo fino, de cerebro distraído lleno de grandes aptitudes para el ridículo, que para contarte que se han comprado un programa nuevo por Internet, prefieren decir que se han bajado de la red un software o hardware y un montón de tecnicismos que en la mayoría de los casos no entienden ni ellos. Siempre que una persona intenta ir de lista acaba saliéndole el tiro por la culata, porque las personas inteligentes no tienen que utilizar ningún tipo de propulsión porque se las identifica con rapidez y, además, no necesitan demostrarle nada a nadie, pero a veces la ignorancia hace este tipo de estragos en las personas y las coloca en posiciones bastante irrisorias.

El caso es que nos pasamos media vida junto a estos extraños aparatos que evolucionan con muchísima rapidez, ya quisieran esa velocidad los investigadores para ciertas vacunas o la cura de enfermedades, que no dan tanto dinero, y que nos dejan con ....vamos a dejarlo en la parte baja de la espalda al aire en innumerables ocasiones.