Estamos en plena ebullición sobre todo para los accionistas de las electricas. Luego, cuando el temporal escampe, vendrán los nuevos amos queriendo sacar rentabilidad a las inversiones y nos subirán el recibo de la luz. Al final, a pagarlo pocarropa. Pero eso no es nuevo. Pasa con casi todo.

Lo más interesante y, a la vez, más triste de todo esto es la cantidad de estupideces que nuestros políticos son capaces de decir en un corto y reducido espacio de tiempo. No nos tienen ninguna consideración intelectual y parecen tener el convencimiento de nuestro precario nivel de comprensión verbal.

Con la intervención de E.ON queriendo comprar Endesa parece que llega la tranquilidad no solamente a los directivos de la eléctrica sino a todos aquellos que dicen ahora que antes alemana que catalana.

Para los que estamos en la periferia, si nos atreviéramos a bajar al nivel de Esperanza Aguirre, podríamos decir también que antes alemana que madrileña. Porque, que yo sepa, el centro de decisión hasta ahora de la eléctrica sigue estando en Madrid.

En lo económico, como los políticos no juegan con su dinero, son capaces de decir una cosa y mantener la contraria con total serenidad.

El reproche de politización hecho al Partido Popular por algún dirigente del Partido Socialista en la primera etapa de la OPA a Endesa iniciada por Gas Natural debió tener como referente las declaraciones de Pascual Maragall cuando dijo "Ganaremos la OPA y El Estatut". Dentro del Partido del los Socialistas de Cataluña, a eso no se le debe llamar politización. Eso, simplemente, es una cagada del President.

En un mundo globalizado según dicen,en una Europa unida, también según dicen, y con una fe absoluta en las fuerzas del mercado no sé a que viene tanto ir y venir de los políticos en un asunto que yo, accionista, decidiré cuándo y a qué vendo. Y me imagino que igual le ocurrirá a todos esos Fondos de Inversión y Bancos que, como tenedores de importantes paquetes de acciones, son los que cortan el bacalao.

Una vez más los alemanes han puesto las cosas en su sitio. No sólo les tenemos que agradecer los muchos kilómetros de autovías (quizás más que a Madrid) sino que nos han propiciado el espectáculo de oír la explicación de las contradicciones por no decir tonterías dichas hasta ahora por alguno de estos mantenidos de la ciudadanía.

Dejen a los accionistas tomar legítimamente sus decisiones y preocúpense, en un producto tan estratégico como la energía, que el consumo doméstico y el consumo industrial esté satisfecho de la manera más eficientemente posible, atendiendo a un desarrollo sostenible, a la competitividad de nuestros productos y a los niveles del renta de la población.
Alemania. Te quiero.