El Ayuntamiento ha otorgado licencias para ocupar ya más de la mitad de los 300.000 metros cuadrados de superficie y ahora pretende que continúe el crecimiento de la zona para consolidar este núcleo. De hecho, el Ayuntamiento aprobó meses atrás la modificación del PAU 6 para añadir otros 300.000 metros cuadrados de suelo industrial al polígono Canastell. Sin embargo, el cambio depende de la Comisión Territorial de Urbanismo, que todavía no ha dado el visto bueno. De autorizarlo, San Vicente contaría con casi un millón de metros cuadrados y lograría culminar un importante foco de actividad industrial con la consiguiente creación de empleo que beneficiaría al municipio.

El crecimiento de la zona es evidente e incluso Iberdrola colocó en mayo una nueva línea para reforzar el suministro de energía a las más de cien empresas instaladas ya en el polígono. La instalación cuenta con una longitud de más de un kilómetro y procede de la subestación de San Vicente del Raspeig, cercana al polígono. La línea permite reducir el tiempo de resolución de posibles incidencias.