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Euroescepticismo de 55 años
El 9 de mayo de 1950 Robert Schuman protagonizó el que se considera acto fundador de lo que hoy es la Unión Europea, al dar lugar, un año más tarde a la primera Constitución de la primera Institución comunitaria: la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA).
Así lo recuerda Eugenio Domingo Solans, antiguo miembro del Consejo de Gobierno y del Comité Ejecutivo del Banco Europeo, en el prólogo del nuevo "Diccionario de Expresiones y Términos Económicos y Financieros", editado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE). ¿En este edificio, llamado UE, qué se ha construido en 55 años?. Más bien estamos aún en los cimientos. Una vez levantado el pilar del tráfico de personas y mercancías, el pilar de la unión monetaria y económica, aún faltan otros como una fiscalidad única, una justicia común, defensa, representación exterior eficaz y así un largo etcétera. ¿Tendrán que pasar otros 55 años para conseguirlo?. El volumen de bienes comercializados en el mundo es aproximadamente más de 16 veces mayor hoy de lo que lo era en 1950 y la producción mundial ha crecido 5,5 veces.
Lamentable ausencia de identidad europea Europa, la Unión Europea, existe en la mentalidad de los eurofuncionarios, de un puñado de intrépidos empresarios, algunos políticos y paradójicamente el resto del mundo. Todos, menos los propios ciudadanos europeos. El ejemplo más palpable es la escasa participación en las elecciones europeas. Esta ceguera nos salió cara en el pasado, basta recordar la resolución de la 1º y la 2º Guerras Mundiales. El presente adolece de un impulso presupuestario que rejuvenezca el viejo continente ante el resto de áreas económicas. Otro ejemplo, un euro fuerte frente al dólar puede perjudicarnos más que beneficiarnos. Si el presidente de la Reserva Federal, Alan Greespan, permite que esta coyuntura monetaria se mantenga en el tiempo es porque USA sale ganando, una vez más. Los nuevos mercados, los que deberían interesar a los empresarios españoles están en Hungria, Chekia, Bulgaria, Lituania, Rumania. Al igual que los empresarios rumanos, lituanos o húngaros deberían dirigir sus exportaciones hacia el resto de países miembros. Nos deberíamos olvidar de China y Japón que quedan para las grandes multinacionales, alguna con tanto poder como cualquier estado europeo. Los mercados latinoamericanos siempre estarán ahí. Un comercio intercomunitario dinámico entre los 25 países de la UE es la mejor garantía de poder ir después a conquistar esos nuevos mercados tan analizados en tantos seminarios y jornadas. Las claves para salir al exterior La consulta Asscodes & Asmer International presentó 7 claves para realizar con éxito la salida al exterior: 1.- La calidad del producto o servicio: Al margen de la calidad técnica, ya sobreentendida, se refiere a la calidad esperada o percibida por el cliente. Es decir, el cliente debe encontrar lo que espera del producto o servicio. Este factor no es un concepto absoluto, ni un concepto estancado, sino que es relativo para cada mercado, no es necesario ir con los mismos niveles de calidad a cada mercado, sino con el nivel de calidad que los clientes van a percibir que su producto tiene. La marca: Garantiza a la empresa y al que producto que se vende ante el comprador y además porque diferencia de su competencia. La marca es un elemento muy importante en la competencia internacional. La constancia: Para afrontar mercados a medio y largo plazo. Una fábrica no puede ser desmontada y salir corriendo a montarle en otro destino, como ocurre con los flujos de capitales. La empatía: Significa comprensión y adaptabilidad a su mercado, no sólo en producto, sino en su forma de hacer negocios. No debemos tener la idea de que todo el mundo, aunque tenga el mismo idioma, piensa y actúa como nosotros. Cuando se va a otros países y a otras culturas, hay que tener en cuenta su simbología, sus colaboradores, sus tradiciones, sus costumbres, etc. Por ejemplo los colores, el negro es color de luto para los occidentales y sin embargo para los orientales es el blanco, o el amarillo que significa mala suerte para los chinos. La innovación: Significa algo nuevo, pero algo nuevo no sólo en tecnología o I+D. Presentar lo ya existente de una forma diferente o para nuevos usos, eso también es innovación. Presentación y Promoción: Para vender un producto, primero tiene que ser conocido por el mercado. Formación de los empleados: Profesionales que dominen cada una de las partes necesarias que hay que tocar en todo el proceso de salida al exterior y sobre todo personas que tengan ganas de estar continuamente aprendiendo. ¡Unas claves fundamentales para vencer 55 años de euroescepticismo! Manuel Carrillo, Director General de ATRIUM MEDIA, Agencia de Comunicación Logística |
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