La Autoridad Portuaria de Tarragona saca a licitación la concesión para la terminal multipropósito del Muelle de Andalucía. El Consejo de Administración de la APT ha aprobado el pliego de condiciones, que se harán públicos en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en los próximos días. La concesión ocupará una superficie mínima de 22,6 hectáreas y el plazo máximo que podrá tener es de 50 años, según el proyecto presentado y la superficie ocupada. La terminal estará enfocada al movimiento de contenedores y carga general no contenerizada, así como otros tipos de mercancías que no sean líquidos y sólidos a granel. La concesión establece un volumen de tráfico mínimo de 125.000 TEU equivalentes a partir de 2031 y una inversión privada mínima de 20 millones de euros. Con esta licitación, Port Tarragona activa la primera de las palancas para transformar su modelo operativo, atrayendo tráficos de alto valor añadido que lo consoliden como un nodo logístico de referencia en el Mediterráneo y en Europa.

La licitación para la construcción y explotación de una terminal de mercancías polivalente abierta al uso general, anexa al Muelle de Andalucía, ofrece una superficie mínima de 226.109 m2 de dominio portuario terrestre, aunque esta superficie es ampliable hasta los 452.218 m2, en función del proyecto presentado. El título concesional tendrá una duración mínima de 20 años, que puede llegar hasta los 50, según las características de la propuesta ganadora de la licitación. En cuanto a la inversión privada mínima prevista, esta será de 20 millones de euros y permitirá dejar el espacio listo para llevar a cabo operaciones de carga y descarga de mercancías en contenedor y de carga general no contenerizada.

Tráficos de alto valor
La nueva terminal multipropósito busca atraer tráficos de alto valor logístico y técnico, con el objetivo de evitar usos extensivos o poco cualificados del dominio público portuario. En este sentido, los tráficos autorizados serán contenedores, carga general convencional no contenerizada, vehículos, Ro Ro y project cargo. Por el contrario, los líquidos y sólidos en exceso quedan excluidos, con la excepción de que formen parte accesoria de los tráficos autorizados. Este enfoque permite una mayor especialización, eficiencia operativa y compatibilidad funcional con otras terminales del puerto.