El grupo Nippon Yusen Kabushiki Kaisha (NYK Line) cerró el primer semestre fiscal de 2025, que abarca de abril a septiembre, con un descenso en ingresos y beneficios, marcada por el retroceso de tarifas en el transporte marítimo, la apreciación del yen y el aumento de los costes operativos.

En total, NYK registró ingresos de 8.080 millones de dólares, un 10,2% menos que en el mismo periodo del año anterior. El beneficio operativo descendió un 41,2% a 465 millones de dólares mientras que los beneficios netos cayeron a 700 millones de dólares, algo menos de la mitad de las ganancias cosechadas entre abril y septiembre de 2024.

Desde el grupo japonés, indicaron que los costes operativos se mantuvieron elevados, pero el precio del combustible disminuyó frente al periodo anterior. Eso compensó parcialmente la caída de márgenes, pero no fue suficiente para equilibrar la pérdida de ingresos en áreas como transporte de contenedores, automóviles, graneles secos, carga aérea y logística.

La única división que mejoró sus resultados fue la energética, especialmente las operaciones vinculadas con los graneles líquidos, que se vieron favorecidas por el dinamismo de los fletes en crudo y gas, así como por la estabilidad de los contratos a largo plazo. Según la compañía, esta actividad seguirá siendo un pilar estratégico de rentabilidad a medio plazo.

Ante ese panorama internacional, NYK ha ajustado sus previsiones para el conjunto del ejercicio fiscal. Mantiene sus ingresos estimados en torno a 16.070 millones de dólares, pero reduce su expectativa de beneficio operativo a 821 millones de dólares y los beneficios netos a 1.440 millones de dólares.

Además, el monto total de las inversiones a realizar hasta el año fiscal 2026 será de 1,4 billones de yenes para alcanzar los objetivos de inversión, lo que generará una rentabilidad estable y sostenible en el tiempo para los accionistas en el futuro.