La naviera alemana Hapag-Lloyd cerró el primer semestre de 2025 con unas ganancias netas de 800 millones de dólares, impulsadas por un crecimiento significativo en los volúmenes de transporte.

En concreto, en el periodo de enero a junio, la compañía gestionó el transporte de 6,7 millones de TEU, lo que supone un aumento del 11% respecto a las cifras de los seis primeros meses de 2024, principalmente gracias al crecimiento en las rutas entre Oriente y Occidente.

Los ingresos del segmento de transporte marítimo aumentaron hasta los 10.400 millones de dólares, frente a los 9.500 millones de dólares del primer semestre del año pasado.

El resultado bruto de explotación (EBITDA) del grupo se situó en 1.900 millones de dólares, mientras que el resultado neto de explotación (EBIT) bajó a 700 millones de dólares, en parte debido a los costes iniciales de la puesta en marcha de la nueva red Gemini, así como a la congestión portuaria y a la presión inflacionaria.

En el segmento de Terminales e Infraestructuras, la compañía también mejoró sus resultados: el EBITDA alcanzó 79 millones de dólares y el EBIT subió a 37 millones de dólares.

El director ejecutivo de la compañía, Rolf Habben Jansen, destacó que, pese a la volatilidad,
Hapag-Lloyd ha logrado poner en marcha con éxito su red Gemini, ha mejorado la fiabilidad de los itinerarios y ha avanzado en la expansión de Hanseatic Global Terminals. Además, señaló que en la segunda mitad del año la prioridad seguirá siendo la calidad, el crecimiento y la optimización de costes.

Con vistas al cierre del ejercicio, la naviera ha ajustado su previsión de beneficios para 2025: ahora espera un EBITDA de entre 2.800 a 3.800 millones de dólares y un EBIT de entre 250 millones y 1.250 millones de dólares. No obstante, desde la compañía advirtieron de que las tensiones geopolíticas y la volatilidad de las tarifas podrían influir en los resultados finales.