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Lunes, 21 de julio de 2025


El rincón de pensar Solidaridad sin fronteras: estibadores del mundo unidos en Charleston
Por Victoria Company Ochoa
Estibadora del puerto de Valencia
VM, 18/07/2025

En conmemoración del 25º aniversario del International Dockworkers Council (IDC), más de 400 estibadores de todo el mundo se reunieron en EE.UU. Frente Portuario asistió como representante de los puertos españoles, con una delegación procedente del Puerto de Valencia formada por Guillermo Fernández, Guillermo Fernández Jr., Rubén Navarro y Victoria Company. pic

Este evento no fue solo una conmemoración del nacimiento del IDC, sino también del 25º aniversario de un símbolo de la resistencia obrera: el caso de los Charleston 5. Cinco estibadores que en el año 2000, fueron detenidos enfrentando cargos criminales por participar en protestas en contra del uso de mano de obra no sindicalizada. pic

Fue una cita marcada por el profundo carácter histórico de la lucha de los estibadores. Un encuentro cargado de memoria, compromiso y dignidad obrera. Un llamado urgente a la solidaridad laboral internacional, la herramienta más poderosa para defender nuestros derechos frente a los abusos del poder económico y político.

Charleston se ha convertido, desde entonces, en un símbolo de la resistencia obrera. Los cinco trabajadores -Jason Edgerton, Elijah Ford, Kenneth Jefferson, Rick Simmons y Peter Washington- no solo fueron arrestados, sino también golpeados, criminalizados y reprimidos por ejercer su derecho a defender el trabajo digno. Tras una fuerte presión internacional y campañas de solidaridad, fueron finalmente liberados. Lo que ocurrió allí hace 25 años sigue resonando hoy: un recordatorio de que, cuando los trabajadores se alzan, “se llama a la milicia y se desata la represión”.

Durante el evento, organizado por el ILA Local 1422 con Kenny Riley como anfitrión, diversas voces trazaron líneas claras entre aquel episodio y los desafíos actuales del sindicalismo internacional. Bill Fletcher, reconocido activista por los derechos civiles y laborales, recordó que la raíz del conflicto fue una fusión explosiva entre racismo estructural y lucha de clases. Fletcher explicó que una de las claves para la victoria de los Charleston 5 fue tener una estrategia, y a un líder real, porque “cuánto más fuerte es el núcleo y el corazón, más amplio es el horizonte”.

Además manifestó: “Debemos movilizar a las personas si queremos cambiar las cosas, así podremos convertir nuestra causa en una causa global. Porque este es el momento. La historia es como una ventana. Y cuando se cierra… puede no abrirse por décadas. Ahora tenemos la oportunidad de derrotar a los autoritarios”.

Ese mismo espíritu fue evocado por Suzan Erem, autora y referente de la justicia laboral y medioambiental, al explicar que los Charleston 5 “no se despertaron ese día diciendo 'quiero ser arrestado y perder mi trabajo'. Pero lo hicieron. Porque era lo correcto. Todos podemos ser ese héroe accidental. Cuando tengas la oportunidad de alzarte, hazlo. Eso es liderazgo: arriesgar no por ti, sino por el otro y por el mañana”.

Andy Green, Coordinador de la Zona Europea del IDC, trazó un paralelismo entre esta lucha y la de los Pentonville 5 en Londres, en 1972. Cinco estibadores encarcelados por hacer piquetes frente a una empresa que les había arrebatado el trabajo. Su detención provocó una oleada de huelgas y solidaridad que forzó al gobierno a liberarlos, igual que en Charleston. Green subrayó que, sin importar el país o la época, la lucha de los trabajadores es universal y solo desde esa energía solidaria se puede construir una “arquitectura fuerte” de justicia y dignidad. pic

Bobby Olvera Jr., presidente del ILWU advirtió sobre las 3 amenazas actuales que enfrentamos: la élite económica global -”ese 1% que concentra una desproporcionada cantidad de poder y riqueza”-, los sindicatos amarillos promovidos por las patronales -"con el único objetivo de dividir al colectivo, desmovilizarlo y favorecer a unos pocos elegidos a costa de las condiciones laborales de todo un colectivo"- y la automatización descontrolada, que "busca reemplazar el trabajo humano en beneficio de las grandes corporaciones".

Desde Australia, Paul Keating, secretario del MUA Sydney y coordinador regional del IDC en Asia-Pacífico, recapituló sobre otras luchas cruciales como el encierro de los estibadores de Liverpool en 1995 y el bloqueo de Patrick's en Australia en 1998, donde el gobierno conspiró para despedir masivamente a 1.400 estibadores. “Ganamos aquel día”, dijo, dejando claro que "la lucha da frutos cuando es colectiva. Seguimos construyendo este movimiento internacional de estibadores precisamente por eso”.

También alzaron la voz figuras históricas como Pat Riley, expresidente del ILA Local 273 en Canadá, recordando que las verdaderas raíces de este consejo, fueron los estibadores de Liverpool: “Durante la huelga en Liverpool en los años 90, varios compañeros recorrieron el mundo hablando de su lucha y organizaron una red internacional. Así nació el IDC”.

Riley habló sobre la solidaridad internacional con América Latina y cómo bajo su presidencia se negaron a cargar barcos con destino a Argentina durante la dictadura militar de 1979. “El 70% de los desaparecidos eran sindicalistas”, dijo. También honró a figuras clave del IDC como Mauricio Zarzuelo, presente en la asamblea y a Julián García, y defendió que “la lucha obrera no se limita a lo portuario: debemos alzar la voz contra cualquier opresión. En Gaza, en Sudán, en América Latina. Si olvidamos nuestro compromiso social, dejamos de ser lo que somos”.

Dennis Dagget, coordinador general del IDC, subrayó casos recientes que reflejan la vigencia del conflicto laboral: los cinco años de resistencia de los estibadores portugueses contra los monopolios navieros, la ofensiva antisindical permanente en Australia contra el CFMEU, y la presión actual contra el sindicato de estibadores suecos. Dagget dijo: “Cada historia es diferente, pero la lección es la misma, La mejor respuesta a la injusticia es la solidaridad internacional. Y juntos, hemos creado algo que nuestros antepasados solo pudieron soñar, un movimiento global de estibadores. Construido no sobre el poder, sino sobre una verdad inquebrantable, los trabajadores merecen justicia, dignidad y un lugar en la mesa”.

Cerró con un mensaje directo: “No preguntamos si un trabajador está bajo nuestra afiliación antes de levantarnos. Lideramos con principios, no con política”.

Desde Brasil, José Eduardo Antunes, presidente del Sindicato de Conferentes de Paranaguá y director de la FENCCOVIB, denunció los intentos de la patronal de modificar la ley portuaria 12815/2013 para precarizar el sector y contratar sin contar con los sindicatos, lo que supone un asalto directo a los derechos ganados por la lucha sindical.

César Luna, coordinador del IDC en América Latina, expuso una situación similar en Chile, donde un cambio legislativo pretende eliminar los sindicatos portuarios. “En América Latina se necesita fortalecer a los dirigentes sindicales para combatir a los sindicatos amarillos que están dentro de los puertos y que favorecen a la patronal. Esa es la motivación de la creación de la Escuela Sindical”.

La Escuela Sindical Juanita Guichamán, levantada ladrillo a ladrillo por los estibadores de Quintero Ventanas (Chile), es mucho más que un edificio: es un espacio de formación, organización, encuentro social y actividad deportiva. Esta sede con aulas, piscina, barbacoa y campo de fútbol ofrece talleres de todo tipo, entre ellos, uno de lectura para los pequeños. La escuela sindical es ya un ejemplo a seguir, un modelo de un valor incalculable que debería replicarse en otros puertos del mundo.

Jordi Aragunde, coordinador laboral internacional del IDC, recordó cómo, con solo 17 años, vivió en su casa el impacto que generó el caso Charleston 5. Su padre, estibador del Puerto de Barcelona, llegó un día del trabajo y le dijo: “Jordi, tengo que ir al puerto a parar un barco”. Desde entonces, trabaja con pasión en esta red global de solidaridad, con un propósito, llevar la dignidad en el trabajo a cada rincón del mundo.

Aragunde no duda en denunciar la abismal desigualdad entre puertos: “En Angola, Costa de Marfil o Senegal, un trabajador gana en un mes lo que en otros países se gana en una hora". Y concluye: "El mismo barco que llega a Charleston va después allí. Es la misma naviera. La única diferencia radica en el poder de la unión colectiva”.

Paul Keating habló de las situaciones precarias de estibadores en Asia, donde “muchos trabajan turnos de 48 horas, orinan en cubos dentro de las grúas, explotados a niveles inimaginables y esto está ocurriendo en pleno 2025”. Por lo que señaló la necesidad de crear Comités Internacionales de Seguridad Portuaria, que garanticen que ningún estibador del mundo sea deshumanizado.

También se escucharon voces jóvenes. Tom Termote, de ACV Young Dockers y estibador en Zeebrugge, participó activamente en la asamblea, mostrando el compromiso de las nuevas generaciones y el trabajo del IDC para formarlas como relevo fuerte y preparado.

Desde Amberes, Marc Storms, coordinador europeo, aportó una experiencia personal: "Cuando fui arrestado por enfrentarme a cinco policías, lo que me dio fuerza fue saber que mi sindicato y mi familia estaban detrás de mí. Es la familia más fuerte que conozco: una familia de guerra". Como símbolo de esa resistencia, entregó una réplica de una estatua ubicada en Amberes, que honra a los estibadores que siguieron cargando barcos durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. “Incluso bajo fuego, los estibadores siguen adelante”, señaló.

Storms dejó un mensaje claro, la solidaridad es más poderosa que cualquier multinacional: "Mientras nos mantengamos unidos, ni Cosco, ni MSC, ni DP World podrán con nosotros. Somos más fuertes de lo que creemos".

Dennis Dagget hizo un declaración para el futuro: “Soy un optimista nato. Y la forma en que veo el futuro de los estibadores dentro de 25 años es más bien como una utopía portuaria. Creo firmemente que vamos a ganar esta lucha y que vamos a dejarle un futuro mejor a la próxima generación”. Dagget terminó lanzando un aviso a los jóvenes estibadores: “Construyan relaciones.

Todo gira en torno a la solidaridad”. Porque como bien dice el eslogan del IDC: If we are together it´s impossible to fail.