El pasado jueves, el Ministro de Finanzas y de Ingresos Nacionales, canadiense François-Philippe Champagne, anunció una serie de medidas para “proteger a los productores y trabajadores canadienses de acero y aluminio”. El gobierno de Canadá tomará las siguientes medidas para reforzar su respuesta frente a los aranceles americanos: ajuste de contramedidas arancelarias a partir del 21 de julio sobre productos de acero y aluminio a niveles coherentes con el progreso logrado en el marco comercial más amplio con Estados Unidos; políticas de contratación recíproca para restringir el acceso a licitaciones federales a proveedores de Canadá y de socios comerciales confiables que ofrezcan acceso recíproco a proveedores canadienses mediante acuerdos comerciales; nuevos cupos arancelarios, equivalentes al 100 % de los niveles de importación de 2024, sobre productos de acero provenientes de países sin acuerdos de libre comercio, aplicados con efecto retroactivo; Nuevas medidas arancelarias contra el comercio desleal: medidas adicionales para hacer frente a la sobrecapacidad global persistente y al comercio “desleal” en los sectores del acero y el aluminio, según el "país de fundición y colada" (para el acero) y el "país de fundición y moldeo" (para el aluminio); dos comités de colaboración gobierno-industria, uno para el acero y otro para el aluminio, que se reunirán regularmente para monitorear las tendencias del mercado y apoyar la toma de decisiones gubernamentales a favor de trabajadores e industrias; acceso a financiamiento para grandes empresas con presupuesto de $10 mil millones, disponible para compañías elegibles que enfrentan dificultades para acceder a financiamiento tradicional.

El gobierno canadiense se prepara para adoptar medidas adicionales si es necesario, y seguirá evaluando su respuesta conforme evolucionen los acontecimientos relacionados con los aranceles estadounidenses. Además, continuará trabajando estrechamente con provincias y territorios para asegurar que sus intereses regionales se reflejen en la respuesta federal. Tal y como ha declarado el primer ministro de Canadá, Mark Carney, “Nos tomaremos el tiempo necesario para negociar el mejor acuerdo para Canadá, pero no más. Al mismo tiempo, estamos protegiendo a los trabajadores y a la industria de los injustos aranceles de EE. UU. Son ellos quienes construirán una única y fuerte economía canadiense: la más sólida del G7.”