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Martes, 16 de abril de 2024

Transporte Terrestre

La eliminación en 2021 de los peajes de las autopistas AP-7 hasta la frontera francesa y de la AP-2 contribuirán a redistribuir mejor los tráficos y supondrán un alivio económico para los transportistas
VM, 05/01/2021

La Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España FENADISMER muestra una vez más su satisfacción porque este año 2021 se liberalicen nuevos tramos de autopistas de peaje en España, conforme al compromiso adquirido por el actual Ministro de Transportes nada más tomar posesión de su cargo en Junio de 2018 de ir liberando los peajes de las autopistas una vez que se vayan agotando los contratos de concesión que ostentan las empresas explotadoras de dichas vías.

Hay que tener en cuenta que en la actualidad España cuenta aún con un total de 3.223 kilómetros de pago en 39 carreteras de su red viaria; de hecho sólo 21 provincias españolas están libres de vías de peaje. Sin embargo, afortunadamente en estos últimos años en varios tramos han ido expirando sus concesiones, pasando a formar parte de la red pública estatal.

Así, como se recordará, a finales del 2018 venció la concesión de la autopista AP-1 Burgos-Armiñón, que sumó 84 kilómetros de longitud quedando liberada completamente de peaje, uniéndose a ella desde el pasado mes de Enero las autopistas AP-7 entre Alicante y Tarragona, con un total de 474 kilómetros, y la AP-4 entre Sevilla y Cádiz, con un recorrido de 94 kilómetros. A ellas se unirán este próximo mes de Septiembre el tramo de la AP-7 desde Tarragona hasta la frontera de la Junquera y la AP-2 entre Zaragoza y el Mediterráneo, que suman en total 640 kms más libres de peaje.

FENADISMER considera que la eliminación de los peajes de las autopistas aporta indudables ventajas para la mejora de la seguridad vial y la descongestión de la red viaria nacional, ya que permite una mejor redistribución de los tráficos tanto privados como profesionales entre las carreteras nacionales y las autopistas paralelas de peajes, basando la elección por una u otra vía por parte de los conductores no en criterios exclusivamente económicos como hasta ahora, sino en función de la distancia del trayecto a realizar o del destino del viaje. Ello permite un importante trasvase de vehículos particulares que actualmente circulan por las carreteras nacionales a las autopistas de peaje por su mejor trazado y velocidad máxima permitida, lo que posibilita una utilización más racional de las carreteras nacionales por los vehículos de transporte que así las elijan en función del destino de la mercancía, al tener los camiones limitada técnicamente su velocidad a 90 kilómetros/hora.

Asimismo, esta paulatina liberalización de las autopistas de peaje contribuye a rebajar de forma importante la actual factura en concepto de peajes que soportan los transportistas españoles, en torno a 1.900 euros anuales por vehículo, según consta en el Observatorio de Costes del Transporte de Mercancías por Carretera que publica periódicamente el propio Ministerio de Transporte, teniendo en cuenta que en algunos de los tramos ahora liberados los camiones tiene obligada su circulación conforme a las restricciones a la circulación que anualmente aprueba la Dirección General de Tráfico.

Aunque también está prevista la finalización de la concesión de las autopistas C-32 (Barcelona-Lloret de Mar) y C-33 (Barcelona-Montmeló), dependientes ambas de la Generalitat de Cataluña, en este caso no está tan claro que una vez pasen a ser de titularidad autonómica vayan a quedar libres de pago, ya que el Gobierno catalán se estaría planteando la posibilidad de establecer algún sistema de pago por uso una vez venzan las concesiones actuales.