La naviera Kawasaki Kisen Kaisha (‘K’ Line) registró en el primer trimestre de su ejercicio fiscal unas pérdidas de 174 millones de dólares, como consecuencia de factores que incluyeron el encarecimiento del petróleo y los gastos derivados de la transferencia de operaciones de contenedores para su integración en la Ocean Network Express (ONE), que comenzó a funcionar en el mes de abril.

Uno de los buques de la naviera japonesa durante una escala en el puerto de Valencia

Entre abril y junio, meses que se corresponden con el primer trimestre de ‘K’ Line, el resultado operativo de la compañía fue también negativo, con unas pérdidas de 120,95 millones de dólares. En su caso, los ingresos del grupo japonés descendieron un 26% interanual hasta los 1.919 millones de dólares.

A pesar del deterioro experimentado de los resultados, la compañía continúa implementando de forma continua medidas para mejorar su rentabilidad, con medidas que incluyen la reducción de costes y una mejor asignación de las naves a determinados servicios.

En el caso del segmento de los graneles sólidos, las operaciones de la naviera cosecharon buenos resultados, fruto de la recuperación del movimiento de mineral de hierro desde Brasil. Además, las tarifas se mantuvieron relativamente estables y, en el caso de las rutas atlánticas, los fletes subieron hasta situarse al nivel de las rutas pacíficas.

Por otro lado, los contratos a medio y largo plazo vinculados al transporte de graneles líquidos, como el gas natural licuado (LNG), el carbón y los productos petrolíferos, arrojaron resultados positivos para la naviera.

Contenedores
Según ‘K’ Line, los resultados financieros de ONE se deterioraron con respecto al plan inicial ya que los volúmenes de carga fueron menores de lo esperado durante la primera fase de operativa conjunta y el petróleo se encareció en sus tres primeros meses de trabajo.

‘K’ Line dispone de oficinas en España.