Según este análisis estratégico, estas empresas facturan en conjunto 6.845 millones de euros, de los cuales 3.656 millones de euros están vinculados a este sector, cifra que representa el 1,64% del PIB catalán. A banda, de acuerdo con el informe, este sector está formado principalmente por pymes, que representan el 74% del total. Así mismo, es un ámbito con una destacada presencia internacional, puesto que cerca de la mitad de las empresas (el 46%) que se dedican son exportadoras.

El estudio ha analizado el sector desde el concepto de la movilidad ferroviaria, que incluye todos los agentes que intervienen a la cadena de valor del sector y no sólo en el ámbito tradicional del material rodante.

De hecho, las empresas del sector ferroviario en Cataluña se dedican a ámbitos como la ingeniería y la consultoría, la construcción, el desarrollo de material rodante, interiorismo para los trenes, sistemas y componentes o mantenimiento, además de la logística, los laboratorios y la certificación y las operadoras de servicios ferroviarios. Otros agentes del ecosistema de la innovación y la I+D, como los agentes TECNIO, también tienen un rol destacado en este sector.
Railgrup es uno de los 29 clústeres acreditados por el programa Catalonia Clusters impulsado por la Generalitat a través de ACCIÓ, una iniciativa que promueve la agrupación de empresas y entidades de un mismo sector para compartir recursos, generar sinergias y proyectarse internacionalmente. Actualmente, los 29 clústeres catalanes del programa agrupan a 2.200 empresas con una facturación de 74.000 millones de euros y 309.000 trabajadores.

En cuanto a las tendencias y oportunidades del sector para los próximos años, el estudio analiza las que tienen relación con la tecnología, el propio modelo de negocio y el entorno. En primer lugar, en el ámbito de la tecnología, el informe destaca por ejemplo la utilización de la open data para ofrecer un mejor servicio al usuario a través de la disposición de datos abiertos que permitirán, entre otros, diseñar mapas de puntos de servicio, señalizar los fallos de servicios en estaciones de tren o dar a conocer la disponibilidad de asientos a la hora de hacer reservas de billetes.

También apunta la importancia del uso de nuevos materiales que reduzcan el peso, el consumo o mejoren la sostenibilidad (como las aleaciones de aluminio o las espumas metálicas, por ejemplo), así como la integración de la movilidad ferroviaria a los ecosistemas de smart cities para reducir la congestión del tránsito. Igualmente, la optimización del uso de la energía para disminuir las emisiones de CO2 serán determinantes por el sector desde un punto de vista tecnológico.

En cuanto a las tendencias derivadas de la evolución del modelo de negocio del sector, el informe apunta por ejemplo el concepto de mobility as a service, que entiende los vehículos como un servicio y no como una propiedad, un sistema que se está extendiendo también al transporte ferroviario de mercancías. Otro reto es el de la multimodalitat para el transporte de pasajeros, como es el caso de las iniciativas de conectar los aeropuertos con las redes de alta velocidad.

Por último, en relación al entorno, el análisis pone de manifiesto el crecimiento demográfico y la urbanización de la sociedad, un hecho que requerirá transportar más personas de manera más ágil y sostenible. Un factor que se tendrá que sumar a mayores complejidades en la movilidad derivadas a los desnudos modelos de trabajo.