Un servicio de Valencia Marítima
Viernes, 19 de abril de 2024


Medio siglo a pie de muelle de Valencia Marítima
VM, 19/01/2018

El 19 de enero de 1968 veía la luz el primer número de Valencia Marítima, apenas un amago periodístico cuya principal función no era otra que actuar como un “Diario de información marítimo-comercial”.

Y es que en los primeros años el diario ceñía sus páginas a dar cumplida cuenta de los movimientos de buques en los puertos de Valencia, Gandía y Burriana y a informar de aquellos aspectos que influían de manera directa en el desarrollo de la actividad portuaria y el transporte marítimo, esto es, el cambio de divisas y la meteorología.

Nacía así, de la mano de Enrique Sanchís Pons, editor de la publicación, un periódico que este año cumple cincuenta años. Cinco décadas en las que Valencia Marítima se ha editado de lunes a viernes en días laborales de forma ininterrumpida y en las que ha sido testigo del aluvión de cambios que han ido irrumpiendo en el negocio marítimo y, sobre todo, de la metamorfosis que ha experimentado el puerto de Valencia hasta coronarse como líder en el Mediterráneo.

Sanchís inició esta aventura con Dionisio Domínguez Garijo como director de la publicación y José Visiedo Morales y Juan Francisco Sanchís Pons como colaboradores. Desde los inicios contó con el apoyo de varias de las empresas del sector portuario valenciano. De hecho, algunas de ellas han resistido el paso del tiempo y aún hoy actúan como consignatarias en el puerto de Valencia, como ocurre con McAndrews, Boira y Soriano, Bergé y Roca Monzó y también con Comismar. Otras se han mantenido, pero afrontando los cambios que se han impuesto en este medio siglo, como es el caso de Bakumar, el gérmen de la actual Intramediterráneo.

También son muchas las que han ido quedando por el camino y que en esta primera edición quisieron respaldar la iniciativa de Enrique Sanchís: Transportes Paquisán, José Ramírez Reig, Joaquín Pérez Muñoz, Baquera, Kusche y Martín, J. y A. Lamaignere, Papelería Gadea y Fletamentos y Transportes. Juntos constituyen el elenco de apoyos que recibió Valencia Marítima aquel 19 de enero de 1968.

Si de algo era consciente el impulsor de este proyecto en aquel año era de la importancia que tenía la información para los negocios y el comercio internacional. “Sabemos por experiencia lo práctico y eficaz de sus informaciones para consignatarios, agentes de aduanas, transitarios, organismos, corporaciones y entidades y para todas aquellas empresas o particulares más o menos vinculados a nuestro puerto”, señalaba Enrique Sanchís en el editorial que minuciosamente preparó ad hoc.

“Esperamos incluir, independientemente del movimiento diario que viene originando el tráfico marítimo en nuestro puerto, una información también diaria que nos indicará en todo momento los buques que se esperan en los puertos hermanos de Gandía y Burriana. Esta información la consideramos altamente interesante, especialmente para todos aquellos exportadores e importadores valencianos”, añadía el editor, que, consciente de que en los primeros número sería complicado contar con la colaboración de las empresas del sector, les emplazaba a animarse a implicarse en el proyecto: “Estará en todo momento a disposición de todos ustedes para publicar cualquier información o comentario de interés provincial, regional o nacional”.

El paso del tiempo se impone y no es necesario pararse a reflexionar sobre lo que ha cambiado el negocio marítimo-portuario en todo este tiempo. Los primeros contenedores que llegaban al puerto de Valencia allá por los años setenta apenas alumbraban cuál sería el futuro del enclave, que cierra 2017 con 73,5 millones de toneladas y 4,8 millones de TEU.

A esta evolución portuaria se suma, con más ahínco si cabe, la de las comunicaciones. Pasaron a la historia los telex y telefax, irrumpió internet en nuestras vidas y el teléfono móvil nos convirtió en seres dependientes que bailan al son de las nuevas tecnologías. Pero lo cierto es que, nos guste o no, todo ello ha convertido a la información en un valor casi tangible e imprescindible para el éxito. Aquello que motivó a Sanchís a lanzar su primer Valencia Marítima sigue siendo el engranaje sobre el que giran los negocios. Ahora, en forma de redes sociales y nuevas aplicaciones (whatsapp, facebook, linkedln…). En el centro de este volcán de alternativas no opcionales intentan sobrevivir las publicaciones en papel y no sólo como un guiño romántico a tiempos pasados sino como una herramienta realmente útil para los profesionales del sector portuario.

Valencia Marítima es, y quiere seguir siendo, una muestra de la eficacia de lo impreso. Les acompaña en sus despachos, les invita a la lectura ágil de las informaciones que cada día intentamos discriminar para ustedes, condensando lo verdaderamente útil, pero también les anima a unos minutos de lectura “tradicional” y les invita desde el papel a la reflexión, con la esperanza de contribuir en modo positivo a su toma de decisiones. Ese es nuestro compromiso para los próximos cincuenta años.