El Gobierno aprobó en su último Consejo de Ministros de 2017 la modificación de la Orden FHP/1159/2017 relativa al método de estimación objetiva del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el régimen especial simplificado del Impuesto sobre el Valor Añadido, lo que supone en la práctica mantener el límite de facturación en 125.000 euros para acceder al régimen de módulos por parte de los autónomos que facturen a empresas.

Hacienda da un nuevo respiro a los transportistas autónomos

En el sector del transporte, la traducción de esta normativa es la de que los transportistas autónomos podrán seguir acogiéndose a este sistema de facturación durante todo el año 2018.

Hay que recordar que el pasado mes de noviembre, la aprobación de la mencionada orden
establecía que los autónomos que facturasen más de 75.000 euros anuales a empresas deberían salir este año del régimen de módulos, lo que suponía el fin de la disposición trigésimo segunda que disponía la prórroga transitoria del límite de 125.000 euros de facturación durante los años 2016 y 2017.

Las asociaciones de transportistas autónomos invirtieron buena parte de su tiempo del pasado año en hacer ver a la administración la problemática de llevar a cabo esa reducción y las consecuencias a nivel de empleo que tendrían para los autopatronos. Desde la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías, Fetransa, mostraron una “moderada alegría” tras dicha prórroga, ya que va a permitir a “miles de autónomos” continuar con su trabajo en las mismas condiciones. Desde Fetransa tachan esta medida de “respiro”, y recuerdan que el Ministerio de Hacienda “ha impuesto el criterio acordado con la Asociación de Trabajadores Autónomos y nuestra Federación”.

Las empresas de mayor envergadura, sin embargo, tienen una visión distinta. Desde la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), han criticado esta prórroga, y alegan que esta situación “preocupa a las empresas por la falta de seriedad y certidumbre que les transmite el Gobierno y dificultan la más mínima planificación económica, ya que esta situación de excepcionalidad permanente del sistema de módulos es especialmente negativa para el desarrollo del sector del transporte de mercancías”.

Para ASTIC, que ve en el actual sistema de cotización por módulos “una menor burocracia y menos obligaciones”, favorece la fragmentación empresarial y advierte que “la perpetuación de este régimen fomenta la precariedad, la atomización empresarial y frena el crecimiento de muchas empresas del sector lo que impide el desarrollo de un transporte eficiente, sostenible y de calidad”.