El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, aprovechó la visita del coordinador europeo del Corredor Mediterráneo a Valencia, Laurens Jan Brinkhorstha, para reclamar al Ministerio de Fomento la ejecución y finalización esta infraestructura “sin más dilaciones, cambios de criterio ni regateo de dotaciones presupuestarias”.

Pascual Vilate, Josep Vicent Boira, Juan Barios, María José Salvador, Julio Gómez-Pomar, Ximo Puig, Laurens Jan Brinkhorstha, Juan Carlos Moragues y Aurelio Martínez

La cita contó con la asistencia, entre otros, del coordinador europeo del Corredor Mediterráneo, Laurens Jan Brinkhorst; el secretario de estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador; el coordinador nacional del Corredor Mediterráneo, Juan Barios; y el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, entre otras autoridades.

El jefe del Consell pidió que el endeudamiento público que se precise para ejecutar las infraestructuras del Corredor no forme parte de las obligaciones sobre deuda y déficit actualmente existentes. Se trataría de una “excepción justificada”, puesto que, por cada euro invertido en el Corredor Mediterráneo, el retorno, en aumento del PIB, sería de seis euros, según un estudio de 2015 del Instituto Fraunhofer.

Participantes en el encuentro de ayer

El tramo genuinamente mediterráneo del corredor acoge a las comunidades autónomas de
Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, que fabrican el 55% de la producción industrial; expiden el 51% de las exportaciones nacionales; reciben al 50% del turismo que visita España y concentran el 60% del tráfico terrestre de mercancías y el 82% del tráfico de contenedores.

Por su parte, el secretario de Estado de Infraestructuras recordó que en la actualidad se llevan invertidos más de 13.000 millones de euros en la infraestructura e instó a los presentes a buscar soluciones consensuadas para salvar los retos a los que se enfrenta el Corredor Mediterráneo. Entre ellos destacó la adaptación de las infraestruturas ferroviarias nacionales actuales al ancho de vía internacional, que Gómez-Pomar tildó como el “más importante de todos a los que nos enfrentamos”. Asimismo, reconoció el trabajo que ha de hacerse para mejorar la conectividad ferroviaria a los puertos, así como la puesta en marcha de apartaderos para poder acoger trenes de 750 metros. “En estos campos debemos dar un salto cualitativo muy significativo”, aseguro el secretario de Estado.