Según el informe elaborado por la Confederación Empresarial Valenciana, correspondiente al cuarto trimestre de 2016, la economía valenciana mantuvo el buen tono mostrado en los trimestres anteriores y podría haber crecido en torno al 0,8 % en tasa trimestral. No obstante, los datos evidencian una ralentización, que también está afectando al conjunto de España y a la zona euro. Según las últimas estimaciones del INE, el PIB de nuestra Comunitat avanzó en 2016 un 3,3 %; una décima más que la media nacional. Sin embargo, en términos de PIB per cápita, la Comunitat Valenciana se situó a 11,2 puntos por debajo de la media nacional. Por ello, pese al favorable avance de la economía española, el doble que el de la zona euro, la todavía elevada tasa de paro y los bajos niveles de renta disponible, aún habiendo mejorado, impiden dar por finalizada la crisis económica.

El informe de la CEV desvela que durante un trimestre más el dinamismo de las empresas valencianas en los mercados exteriores sustentó gran parte de la actividad de nuestra economía real. Tanto el consumo de los hogares como la inversión empresarial perdieron fuelle durante el cuarto trimestre. En el ámbito público destacó un mayor dinamismo en la inversión, aunque desde niveles mínimos. Sin embargo, el consumo público volvió al terreno contractivo.

Por el lado de la oferta, salvo en el sector primario, el panorama sectorial ofreció rasgos más homogéneos.

En el conjunto del año destacaron las ramas de “maquinaria y equipo”, “azulejos”, “extractivas y refino; energía y agua”, “madera” y “textil y confección”. Por el contrario, la “industria del cuero y calzado” y “material y equipo eléctrico, electrónico, informático y óptico” se movieron en zona contractiva. La construcción siguió avanzando, sobre todo la ingeniería civil, aunque partiendo de niveles mínimos. Por su parte, la edificación comienza a registrar tasas positivas.